Líderes musulmanes pedirán al papa que interceda por los rohinyás

El arzobispo de Rangún, Charles Maung Bo (d), recibe al papa Francisco (i) a su llegada al aeropuerto internacional de Rangún (Birmania).
El arzobispo de Rangún, Charles Maung Bo (d), recibe al papa Francisco (i) a su llegada al aeropuerto internacional de Rangún (Birmania). / EFE
Efe
27 de noviembre 2017 - 10:58

Líderes de la comunidad islámica van a pedir al papa Francisco que interceda en favor de la perseguida minoría musulmana rohinyá durante la visita de cuatro días que el pontífice inició hoy en Birmania (Myanmar).

"Le diré que pida a las autoridades que resuelvan el problema rohinyá", adelantó a Efe Al-Haj U Aye Lwin, quien es el coordinador del Centro Islámico de Myanmar y que el martes se reunirá con el papa en el marco de un encuentro con líderes religiosos locales.

"Las autoridades escuchan al papa como a un amigo", dijo Aye Lwin, miembro de la comisión formada por el ex secretario general de la ONU Kofi Anan para promocionar la paz y el desarrollo en el estado de Rakain, hogar tradicional rohinyá en el oeste birmano.

Aye Lwin destacó la importancia de la reunión que el papa ya mantuvo hoy, cuando estaba prevista para el jueves, con el jefe del Ejército birmano, el general Min Aug Hlaing, arquitecto de la operación que desencadenó el drama rohinyá y que aún sigue en marcha en Rakáin.

Esa incursión militar -que ha incluido desde fines de agosto la muerte de cientos de personas, violaciones múltiples, la quema de pueblos y cultivos, y el exterminio del ganado de esa minoría-, ha obligado a más de 620.000 rohinyás a buscar refugio en Bangladesh.

El vecino país es la segunda y última escala del viaje del pontífice, en un intento de mediar entre Bangladesh y Birmania, que la pasada semana firmaron un Memorándum de Entendimiento para la repatriación de los refugiados rohinyá.

La ausencia de censo de esa comunidad, a la que Birmania no reconoce la ciudadanía por considerarla "bengalí" -y por tanto, extranjera-, y el rechazo de los desplazados a dejar Bangladesh, son escollos que impiden llevar a cabo a corto plazo esa repatriación.

Y el objetivo es que ambos países acuerden los términos de un regreso en condiciones que sean aceptables para los refugiados. "El Santo Padre puede acelerar el acercamiento entre las partes", dijo a Efe el presidente de la Conferencia Episcopal birmana, el obispo Felix Lian Khaen Thang, que no descartó la mediación papal.

El actual escenario político en Birmania amenaza con conducir, no obstante, a cualquier mediador a un auténtico avispero.

Aye Lwin sitúa el drama rohinyá en la lucha interna que enfrenta al Gobierno con el Ejército desde que en 2015 el triunfo electoral de la Liga Nacional para la Democracia (NLD), el partido de la líder birmana, Aung San Suu Kyi, puso fin a décadas de poder militar.

"Estamos todavía en el proceso de transición política, que no ha terminado", dice el coordinador del Centro Islámico de Myanmar, quien mantiene que "la operación militar contra los rohinyás fue una maniobra del Ejército para poner en un aprieto a Suu Kyi".

"Los militares saben que Suu Kyi no puede defender en público a un grupo musulmán porque la gente se le echaría encima", afirma el líder islámico, en referencia a la radicalización registrada en parte de la población, en un 90 por ciento budista.

Recuerda que Suu Kyi fue duramente criticada hace dos años porque los musulmanes la votaron en bloque en las elecciones que la auparon al poder, y los militares y sus aliados, los monjes budistas radicales, la acusaron de querer iniciar la "islamización" el país.

"No defiendo a Suu Kyi, pero hay que entender su situación", precisa el académico musulmán, quien subraya que cuando la comunidad internacional la critica por el drama humanitario que se produce bajo su mandato, "quienes más felices están son los militares".

Después de reunirse hoy en Rangún con el general Hlaing -a quien recordó "la responsabilidad de las autoridades en este periodo de transición", según el Vaticano-, el papa lo hará mañana con su rival política, Suu Kyi, en la nueva capital birmana, Naipydo.

Tras su entrevista con el pontífice, el general Hlaing colgó un mensaje en su cuenta de Faceboock en el que aseguró que "en Myanmar hay libertad de culto, el Ejército está para garantizar la paz y no hay discriminación interétnica".

El coordinador del Centro Islámico de Myanmar comenta que, aparte de plantearle que interceda por la minoría rohinyá, al papa le va hacer otra petición: "Que rece por todos nosotros".

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