Macron reconoce en Ruanda 'las responsabilidades' de Francia en el genocidio de 1994
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo este jueves en Ruanda que reconocía "las responsabilidades" de Francia en el genocidio de 1994 en ese país africano.
El presidente ruandés, Paul Kagame, agradeció la "inmensa valentía" del líder francés, mientras que el responsable de la principal organización de supervivientes, Egide Nkuranga, lamentó que el mandatario "no haya presentado verdaderamente disculpas en nombre del Estado francés", y que "ni siquiera haya pedido perdón".
En un discurso solemne ante el memorial de Kigali, que recuerda a los más de 800.000 muertos masacrados entre abril y julio de 1994, Macron aseguró que Francia "no fue cómplice" pero reconoció que su país permitió "durante demasiado tiempo que el silencio prevaleciera sobre el examen de la verdad".
"Solo aquellos que cruzaron la noche pueden quizás perdonar, darnos el regalo del perdón", añadió Macron.
La visita oficial a Ruanda había sido presentada como el "paso final en la normalización de las relaciones" entre ambos países, tras más de 25 años de tensiones.
Macron Y Kagame se comprometieron a reanudar las relaciones "poderosas e irreversibles" entre Francia y Ruanda.
El presidente francés anunció el próximo nombramiento de un embajador en Kigali, un puesto que está vacante desde 2015.
Además, Macron se comprometió a que "ninguna persona sospechosa de crímenes de genocidio pueda escapar a la justicia".
'Con humildad y respeto'
"Hoy aquí, con humildad y respeto, he venido a reconocer nuestras responsabilidades", dijo Macron en su solemne discurso pronunciado tras una visita del museo del memorial sobre el genocidio, cuyas víctimas fueron en su inmensa mayoría tutsis.
"Reconocer este pasado es también y ante todo continuar la labor de la justicia. Comprometiéndonos a garantizar que ningún sospechoso de crímenes de genocidio pueda escapar al trabajo de los jueces", añadió.
Sin embargo, el presidente francés dijo que Francia "no fue cómplice".
Egide Nkuranga, de la asociación Ibuka, reconoció sin embargo que Macron "ha intentado realmente explicar el genocidio y la responsabilidad de Francia. Es muy importante, demuestra que nos entiende".
El papel de Francia antes, durante y después del genocidio ruandés ha sido un tema candente durante años, que incluso llevó a la ruptura de las relaciones diplomáticas entre París y Kigali entre 2006 y 2009.
Un informe de historiadores publicado en marzo y encabezado por Vincent Duclert concluyó que Francia tenía "responsabilidades pesadas y abrumadoras" y que el entonces presidente socialista François Mitterrand y su entorno estaban "cegados" ante la deriva racista y genocida del gobierno hutu, que París apoyaba entonces.
En el Memorial del Genocidio reposan los restos de 250.000 víctimas de una de las tragedias más sangrientas del siglo XX.
Con este discurso, Macron va más lejos que sus predecesores, en particular Nicolas Sarkozy, único presidente francés en haber viajado a Kigali desde el genocidio de 1994. Sarkozy había reconocido "graves errores" y "una forma de ceguera" de las autoridades francesas que tuvo consecuencias "absolutamente dramáticas".
"Normalización"
Para el presidente Kagame, que lideró la rebelión tutsi que puso fin al genocidio, el informe supuso un cambio de rumbo en las relaciones entre ambos países.
De visita en Francia la semana pasada, Kagame dijo que el informe había allanado el camino para que Francia y Ruanda tuvieran "una buena relación".
"Puedo vivir con" las conclusiones del informe, dijo Kagame en una entrevista con France 24 y RFI. "Podemos dejar el resto atrás y seguir adelante", añadió.
Macron tenía previsto posteriormente inaugurar un "centro cultural francófono" en Kigali, un establecimiento que "tendrá la vocación de promover no solo la cultura francesa, sino también todos los recursos de la francofonía, especialmente los artistas de la región", según la presidencia.
La delegación francesa acudió también con 100.000 dosis de vacunas contra el covid-19.
Después de Ruanda, Macron viajará a Sudáfrica, donde se reunirá con el presidente Cyril Ramaphosa para abordar la lucha contra el coronavirus y su impacto en la economía mundial.