150 millones de dólares en una docena de casos de corrupción
Fiscales estadounidenses acusaron a dirigentes de las federaciones de fútbol del mundo de ensuciar el deporte durante un cuarto de siglo al aceptar unos 150 millones de dólares en sobornos y pagos, en una vasta investigación de corrupción que se basa en el testimonio de funcionarios internos, algunos que decidieron cooperar con la justicia y declararse culpables de cometer delitos.
Al anunciar el miércoles la formulación de las acusaciones por asociación para delinquir en contra de 14 dirigentes de la FIFA, los fiscales revelaron también que cuatro personas adicionales se habían declarado culpables en procedimientos judiciales secretos que datan de julio de 2013.
Se cree que algunos o la totalidad de los cuatro se encuentran actualmente cooperando con la investigación.
Entre quienes se encuentran acusados están nueve funcionarios actuales o anteriores de la FIFA, cuatro ejecutivos de la industria del marketing deportivo y un intermediario.
El que algunas de las declaratorias de culpabilidad daten de hace casi dos años habla de la cantidad de tiempo que las autoridades se han tomado para reunir pruebas, provenientes de algunos de los acusados, dijo Alfredo F. Méndez, ex fiscal federal que ahora defiende a criminales de cuello blanco.
El tiempo que ha pasado entre la primera declaratoria de culpabilidad y su divulgación ahora es "señal de que aún están cooperando", dijo Méndez.
Los fiscales elevaron a la categoría de reservados los documentos donde constaban las declaraciones de culpabilidad de quienes cooperaron con las investigaciones para que no "hubiera indicaciones de que una investigación estaba en marcha," dijo Timothy Heaphy, otro ex fiscal y actual abogado defensor. "Eso pasa todo el tiempo en los casos de crimen organizado, ya sea de cuello blanco" o en casos de pandillas.
También es revelador el alcance de las acusaciones de los fiscales: la resolución de acusación tiene 161 páginas, lo que indica que los fiscales tienen una enorme cantidad de pruebas, según los expertos consultados.
Heaphy dice que el mensaje para los acusados es claro: "Ellos saben lo que hicimos. Tienen buena información, lo que podría ser un incentivo para declararse culpables y cooperar", dijo.
La Fiscal General de Estados Unidos, Loretta Lynch, anunció los cargos en una concurrida rueda de prensa abarrotada de corresponsales de prensa extranjeros. Las acusaciones fueron presentadas formalmente por la oficina de la fiscalía federal de Brooklyn, que Lynch dirigía antes de convertirse en parte del gabinete de Barack Obama.
Se esperaba de los dirigentes de fútbol "el deber de hacer cumplir con las normas que hacen del deporte una actividad honesta y de mantener la integridad del juego", dijo Lynch. "En su lugar, los dirigentes acusados corrompieron el fútbol en todo el mundo para servir a sus intereses personales y enriquecerse".
Siete de los acusados por la resolución se encontraban en Zúrich, Suiza, donde se habían reunido para elegir al nuevo presidente de la FIFA. Seis se opusieron a la extradición a Estados Unidos, dijo el Ministerio de Justicia suizo, pero no ofreció sus nombres.
El ex vicepresidente de la FIFA, Jack Warner, se entregó a la policía en Trinidad y fue puesto en libertad cuando pagó 2.5 millones dólares de fianza. Warner no era parte del grupo de funcionarios que se declaró culpable y negó las acusaciones en su contra.
Los otros dirigentes aún no han sido detenidos.
Entre tanto, los dos hijos de Warner, Daryan y Daryll, se declararon culpables en acuerdos secretos con la justicia en 2013. La resolución de acusación dice que su posible cooperación sirvió para detallar cómo funcionó un entramado que implicaba la adjudicación, mediante una votación arreglada, la sede de la Copa Mundo de 2010 que se realizó en Sudáfrica.
Warner dirigió a un socio, nombrado en la resolución de acusación como un co-conspirador e identificado como "un miembro de la familia Warner", con el fin de que volara a París para "aceptar un maletín que contenía fajos de billetes en grupos de 10,000 dólares, en la habitación del hotel donde se hospedaba un alto funcionario que hacía parte del comité de la candidatura sudafricana".
"Teniendo en cuenta las acusaciones que hemos visto, sólo en papeles, no hay duda de que los pagos se hicieron y qué tuvieron una razón", dijo Andy Spalding, experto en derecho penal internacional de la Facultad de Derecho de la Universidad de Richmond.
Los fiscales descubrieron 12 entramados de corrupción que datan de 1991, la mayoría relacionados con la comercialización y venta de derechos a medios de comunicación.
La FIFA dijo que estaba cooperando con la investigación y que ya había tomado medidas para erradicar la corrupción.
El caso tiene alcance internacional, pero los fiscales señalaron a una empresa que tiene su sede en Miami como en corazón de todas las operaciones, y que dice que realizó transacciones ilegales a través de bancos de Estados Unidos, y que algunos acusados son ciudadanos estadounidenses.
"Cuando nos fijamos en todo eso, creo que el gobierno va a argumentar que tuvo una razón para involucrarse en todo esto", dijo Méndez.
"El Departamento de Justicia está tratando de enviar un mensaje a la FIFA: `si no te entregas a la policía, la policía va a ir por ti, si usted está haciendo este tipo de negocios en Estados Unidos'".