Organismos multilaterales abogan por la igualdad en las vacunas
Los líderes mundiales deben asumir un "nuevo compromiso" para trabajar por una distribución más equitativa de las vacunas contra el covid-19 en todo el mundo si quieren derrotar la epidemia, afirmaron el martes cuatro importantes organizaciones internacionales en un llamado común.
Según muchos observadores, las desigualdades en materia de vacunas entre países ricos y pobres complican y prolongan una pandemia que ya dejó más de 3,5 millones de muertos en todo el mundo.
En un texto publicado el martes en el diario estadounidense Washington Post, los responsables de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial afirman que estas desigualdades han favorecido la aparición de variantes del coronavirus que provocaron nuevos brotes en países en desarrollo.
"Está muy claro que no podrá haber resistencia mundial a la pandemia de covid-19 sin poner fin a la crisis sanitaria. El acceso a las vacunas es clave para ambos", escriben. "Acabar con la pandemia es posible y requiere una acción global hoy".
El manifiesto fue firmado por la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el presidente del Banco Mundial, David Malpas, y la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala.
Todos ellos piden que el G7, en su próxima cumbre en el Reino Unido a finales de este mes, acuerde "una estrategia más coordinada, respaldada por nuevos fondos, para vacunar al planeta", y que acepte contribuir con 50.000 millones de dólares a un plan contra la pandemia que ya fue propuesto por el FMI.
Estos fondos permitirían "aumentar considerablemente la producción de diagnósticos, de tratamientos, de oxígeno, de equipos médicos y de vacunas de cara a una distribución equitativa", detalló el jefe de la OMS en rueda de prensa.
El objetivo es vacunar al menos al 40% de la población mundial de aquí a fines de año y al menos al 60% antes de finales de 2022 para lograr una sostenible recuperación económica mundial.
El sistema Covax, apoyado por la ONU, se creó para compartir vacunas con los países más pobres. Pero los más ricos firmaron contratos directos con la industria farmacéutica y han acaparado la mayor parte de las vacunas disponibles hasta ahora.
La directora general de la OMC llamó a los países a renunciar a las restricciones al comercio de vacunas y de las materias primas necesarias para su producción y reiteró su llamado a aumentar las capacidades de producción local de dosis, gracias a la transferencia de tecnología.