Presidente turco se suma a esfuerzos diplomáticos europeos e intenta mediar entre Rusia y Ucrania
Kiev, Ucrania/El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, viaja este jueves en Kiev para intentar mediar entre Ucrania y Rusia, sumándose a los intensos esfuerzos diplomáticos europeos por evitar un conflicto armado.
Frente a las decenas de miles de tropas rusas concentradas en las fronteras de Ucrania, que hacen temer una invasión, Estados Unidos intensificó la presión con el envió de 3.000 soldados más al este de Europa.
Por su parte los europeos, que ya advirtieron de severas sanciones económicas en caso de ataque, están intensificando los contactos para una desescalada, con visitas casi diarias a Kiev de líderes occidentales y altos diplomáticos y llamadas al presidente ruso Vladimir Putin.
El presidente francés, Emmanuel Macron, tiene previsto mantener conversaciones telefónicas con los líderes ruso, ucraniano y polaco el jueves y está considerando una visita a Moscú, al igual que el canciller alemán, Olaf Scholz.
Francia y Alemania también intentan reactivar el proceso de paz en el este de Ucrania, donde Kiev lleva ocho años luchando contra los separatistas prorrusos apoyados por Moscú.
Recep Tayyip Erdogan, que será recibido por la tarde por su homólogo ucraniano Volodimir Zelenski, aprovechará su pertenencia a la OTAN y sus buenas relaciones con Kiev para intentar su propia mediación, en la que espera que participe Putin.
"Como miembro de la OTAN, no queremos una guerra entre Rusia y Ucrania, sería un mal presagio para la región", insistió el presidente turco el fin de semana, abogando por una "solución pacífica".
La semana pasada renovó sus ofertas de mediación, argumentando que "al reunir a los dos líderes en nuestro país, podemos allanar el camino para el retorno de la paz".
Por el momento, Putin ha agradecido a su homólogo turco su invitación, pero ha dicho que responderá "cuando la pandemia y su agenda lo permitan".
Drones
Ucrania es uno de las cuestiones sensibles entre Rusia y Turquía, que apoya la pertenencia de Ucrania a la OTAN y se opuso firmemente a la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, en nombre de la protección de su minoría tártara de habla turca.
Putin culpa a su homólogo turco de suministrar a Kiev drones armados utilizados contra los separatistas prorrusos en el este de Ucrania.
El presidente ucraniano, que está recibiendo visitas de apoyo de representantes occidentales, dijo el miércoles que sólo quería "la paz", al tiempo que afirmaba su derecho a defenderse ante el riesgo de una invasión rusa.
Occidente acusa a Rusia de concentrar decenas de miles de soldados en las fronteras de Ucrania desde finales de 2021 para preparar una posible invasión. Rusia niega cualquier movimiento de este tipo y asegura que solo quiere garantizar su seguridad.
Al mismo tiempo Moscú cree que la desescalada solo será posible si se garantiza el fin de la política de ampliación de la OTAN, especialmente hacia Ucrania, y la retirada de sus capacidades militares en el este de Europa.
Washington rechaza estas exigencias, proponiendo a cambio que los rivales se comprometan a no desplegar activos militares ofensivos en Ucrania, que Moscú inspeccione algunas de las infraestructuras militares que le preocupan en Europa y que ambos países acuerden medidas de control de armamento.
Riesgo de millones de desplazados
Pero ante la ausencia de una retirada militar rusa, Washington anunció que reforzaba el flanco oriental de la OTAN con el redespliegue de 1.000 soldados de Alemania a Rumanía y el envío de otros 2.000 principalmente a Polonia.
Estas tropas se suman a los 8.500 efectivos que están en estado de alerta desde finales de enero para poder ser desplegados en caso de necesidad como fuerza de reacción rápida de la OTAN.
"Estas fuerzas no van a luchar en Ucrania", que no forma parte de la OTAN, dijo el portavoz del departamento de defensa estadounidense John Kirby, asegurando que se trata de un despliegue temporal.
En este sentido, el gobierno ruso criticó la medida e instó el jueves a Estados Unidos a dejar de avivar la crisis.
"Estamos pidiendo a nuestros socios estadounidenses que dejen de alimentar las tensiones", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, considerando que la decisión de Washington solo "empeora" la situación y la "preocupación de Rusia (...) está perfectamente justificada".