Presidentes de Centroamérica estudian ayuda de EEUU
Los presidentes de Guatemala, El Salvador y Honduras se reunieron este jueves para planificar el destino de unos 5.000 millones de dólares que entregará Estados Unidos con el fin de frenar el ingreso masivo de drogas y migrantes a esa nación.
"La iniciativa comprende invertir anualmente 1.000 millones de dólares a partir de 2016, y por cinco años, en los tres países", dijo a The Associated Pres el canciller hondureño Arturo Corrales.
La asistencia de Estados Unidos, de acuerdo a Corrales, es de "apenas el 20% de los recursos" y el resto lo pondrá el Norte de Centroamérica con fondos propios e inversiones privadas y préstamos del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Se proyectan crear escudos antidrogas e iniciativas de impacto social y de fortalecimiento de la institucionalidad para mejorar la vida de más de 30 millones de habitantes, en su mayoría pobres, del área.
A la cita asistieron el guatemalteco Otto Pérez Molina, el vicepresidente salvadoreño Oscar Ortiz y el anfitrión hondureño Juan Orlando Hernández, que integran el Triángulo Norte de Centroamérica. La reunión tuvo lugar poco antes de que los gobernantes se reúnan el 3 de marzo en Guatemala con el vicepresidente de Estados Unidos Joseph Biden para tratar el tema en profundidad.
La Alianza por la Prosperidad de Centroamérica es una estrategia conjunta de los gobiernos del Triángulo Norte para atacar las causas de la emigración hacia Estados Unidos.
Hernández exhortó a sus colegas a "no olvidar lo que nos trajo aquí ", en referencia a los miles de migrantes que han abandonado sus hogares por la inseguridad y la falta de oportunidades en la región.
Advirtió que "no somos mendigos, estamos poniendo nuestra parte, y Centroamérica se encamina a un rumbo de paz, de oportunidades y de progreso".
Pérez Molina instó a sus colegas a "hacer grandes esfuerzos para que la reducción de la pobreza no sea tímida", mientras el vicepresidente salvadoreño Ortiz admitió que "este proceso debe ser exitoso, aunque no fácil, pero juntos lograremos sueños importantes para nuestras futuras generaciones".
Excusó al presidente salvadoreño Salvador Sánchez Cerén por no asistir a la cumbre "por atender cuestiones de Estado".
Dijo que la Alianza consta de cuatro ejes fundamentales: preparar a los jóvenes a enfrentar con éxito los nuevos desafíos, derrotar la violencia y golpear el crimen que "nos roban la esperanza y el optimismo de nuestras familia", avanzar en la gobernabilidad y la transparencia estatal, y fortalecer el ejercicio democrático y asumir compromisos con políticas públicas para fomentar la transparencia y la auditoría social.
El presidente del Consejo Empresarial de América Latina, Camilo Atala, sostuvo que "llegó el momento de actuar y de cambiar la vida de millones de centroamericanos. No podemos esperar más, las condiciones están dadas".
La presidenta de los empresarios hondureños Aline Flores manifestó que "el mundo está viéndonos y diciendo: 'hey, es un mercado interesante' porque significamos el 73% del comercio de toda Centroamérica".
La gerente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Gina Montiel, destacó la voluntad política de "tres visionarios jefes de Estado para forjar una alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte que convertirá a los tres países en un lugar de oportunidades para su gente, con trabajo digno y un techo seguro para vivir en sus países".
Manifestó que "el BID está dispuesto a trabajar mano a mano con la Alianza" y sostuvo que "el reto común es traer inversiones nacionales y extranjeras para acelerar el crecimiento económico al 100% y generar un empleo de calidad a cerca de 600.000 jóvenes que ingresan cada año al mercado laboral".
Las tres naciones están en la zona más violenta del mundo, con un índice de muertes superior al de las regiones de guerra.
De acuerdo con las autoridades estadounidenses, 57.000 niños ingresaron a ese país solos y sin autorización en octubre de 2014. El 29% era de Honduras, 23% de México y 24% de Guatemala y El Salvador.