La riqueza petrolera que se avecina en Guyana condiciona las elecciones
Guyana irá a las urnas el lunes en una elección crucial para una de las naciones más pobres de Sudamérica, condicionada por el próximo auge petrolero está destinado a redibujar el escenario político, fuertemente dividido por las etnias.
Es probable que la votación sea muy reñida entre la gobernante Asociación para la Unidad Nacional y la Alianza para el Cambio (ANPU-AFC), liderada por el presidente David Granger, y el opositor Partido Popular Progresista (PPP) de Irfaan Ali.
Los partidos se dividieron los escaños (33-32) en la Asamblea Nacional saliente de 65 asientos.
Con el flujo de petróleo de los vastos campos marítimos tras un gran descubrimiento de ExxonMobil en 2016, el FMI espera que la economía de Guyana registre este año un crecimiento récord en el mundo de 85%.
La producción de petróleo es actualmente de alrededor de 52.000 barriles por día, pero se espera que crezca a 750.000 para 2025.
Elección sobre riqueza petrolera
Los partidos “no están ofreciendo nada nuevo, así que lo que es importante es el petróleo”, dijo el analista Henry Jeffrey, un exprofesor de relaciones internacionales en la Universidad de Guyana.
“Debido a que está a punto de haber una tremenda riqueza en nuestro camino, es muy importante la elección”, dijo Jefferey.
Pero considera que Guyana, localizada en la punta noreste de Sudamérica, esta lejos de estar lista para el boom del petróleo: una legislación clave no ha sido promulgada y el Estado carece de expertos calificados en la industria del petróleo.
La expectativa del incremento del PIB ha aumento las dudas sobre cómo Guyana será capaz de manejar la nueva riqueza que fluirá en el país.
Es probable que la elección se desarrolle en función de las líneas étnicas, con la coalición de Granger apoyada principalmente en la comunidad negra de Guyana y el PPP respaldado por la población indo-guyanés.
“El porblema en Guyana es étnico y ninguno de estos partidos está sugiriendo nada nuevo”, añadió Jeffrey.
El gobierno perdió un voto de confianza en diciembre de 2018 pero impugnó el resultado y se embarcó en una serie de impugnaciones judiciales para permanecer en el poder.
Granger, un general del ejército de 74 años, finalmente convocó en septiembre pasado a elecciones para el 2 de marzo.
El presidente y Ali, de 39 años, están cortejando al voto juvenil con la promesa de educación gratuita, empleos, aumentos salariales y pensiones, así como subvenciones en efectivo para los niños que asisten la escuela, una vez que los ingresos del petróleo empiecen a llegar.