El papa visita a un México herido por la violencia y la corrupción

El papa Francisco llega a tierras mexicanas este viernes 12 de febrero de 2016, transportando en su espalda una pesada carga de expectativas que son el producto de un pueblo sin esperanza que sueña con el fin del narcotráfico, la violencia, la corrupción , la pobreza y la migración.

Es el cuarto viaje apostólico de Jorge Mario Bergoglio a tierras americanas, un continente que tiene mucha cercanía con Francisco, primero por ser su lugar de origen y segundo porque en América se encuentra la mayor cantidad de víctimas de la desigualdad social, la pobreza y el capitalismo salvaje, temas que han sido objeto de críticas por parte de Francisco.

Analistas aseguran que el papa Francisco no va a callar en México, viene con 12 discursos en su maleta y seguramente son dinamita pura a los problemas que aquejan al pueblo mexicano.

Según Gian Maria Vian, director de L’Osservatore Romano, en declaraciones al diario español El País, “El Papa va a hablar claro”.

Habrá que estar muy atento a la docena de discursos que leerá y que ha preparado personalmente (y) también a todo lo que improvise en los muchos y sugerentes encuentros que tiene previstos. No defraudará”, destacó el director de L’Osservatore Romano.

“El papa tiene una misión de paz y misericordia”, asegura Rómulo Aguilar, Sacerdote panameño. “México es un país que ha sufrido mucho y seguramente el papa Francisco tocará todos los temas que los aquejan (…) Yo pienso que si hay una visita ,el santo padre no andará con rodeos, hablara directo y pisará callos”.

Francisco llega a México, bien asesorado sobre la realidad del clero, de los laicos, de los seguidores y no seguidores. Junto a él bajará en tierras mexicanas, el secretario de estado del Vaticano, Pietro Parolin, un hombre que conoce de cerca la realidad mexicana y de América Latina.

Parolin entró al servicio diplomático de la Santa Sede desde los 31 años y desde 1989 hasta 1992 fungió como Nuncio Apostólico (Embajador de El Vaticano en México).

El drama de los 43 desaparecidos

El 26 de septiembre de 2014, 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa desaparecieron tras ser detenidos por la policía de Iguala, quienes los entregaron a un grupo criminal del Estado de Guerrero.

Desde ese momento se destaparon una serie de protestas a lo largo de todo México y la causa empezó a tomar protagonismo internacional. El gobierno de Enrique Peña Nieto se enfrentó a su peor crisis y hoy día la desaparición de los 43 sigue siendo un misterio.

El papa Francisco no lo ignora y en un gesto de cercanía, durante la Eucaristía que dará en Ciudad Juárez, los organizadores han pedido a los padres de los 43 desaparecidos que se sienten en primera fila y a las víctimas de la violencia que los acompañen.

Una primera fila que de seguro espera un pronunciamiento importante del papa Francisco, un hombre cuya voz sería un trueno para las autoridades mexicanas, que han ignorado el tema olímpicamente.

Narcotráfico, corrupción y violencia

México es el país donde ejercer el sacerdocio se ha convertido en un peligro. Tan solo en el 2015, fueron asesinados y torturados dos sacerdotes.

De acuerdo al Centro Católico Multimedia, un ente del Episcopado de México, desde 1990 hasta el año 2015, los homicidios contra representantes de la iglesia Católica aumentaron en 275%".

Bergoglio, que es un experto en mandar mensajes sin decir nada, tiene en su agenda visitar Distrito Federal, Chihuahua y Michoacán, lugares donde han sido asesinados católicos comprometidos. Un gesto que manda un mensaje: Francisco se solidariza con su iglesia mártir.

La corrupción y la penetración del narcotráfico en la política, es otra enfermedad que tiene a México al borde de la muerte. El fantasma del Chapo Guzmán aún esta vivo y las guerras por control territorial de los grupos narcotraficantes siguen derramando sangre y dejando luto y dolor a su paso.

Temor a la experiencia cubana

El papa Francisco llegó a Cuba en septiembre de 2015 y las expectativas eran altas, sin embargo su mensaje se centró en la misericordia y en ningún momento hizo referencia a la triste realidad por la que atraviesa el pueblo cubano.

Cuestionado en su momento, el vocero del papa Francisco, Federico Lombardi, sobre la falta de pronunciamiento del Pontífice sobre estos temas, aseguró, que los asuntos políticos y de gobierno son exclusivos de sus gobernantes y el papa no se entromete en ellos.

La decepción en las calles cubanas quedó y un cubano con la frase “Pancho se marchó y el embargo se quedó”, era el icónico sentimiento de un pueblo que no encontró en Francisco lo que buscaba.

Sin embargo de acuerdo al sacerdote Aguilar, no es casualidad que los tres últimos jerarcas de la Iglesia Católica hayan visitado Cuba y México. “El primero sufre una situación política de más de 50 años y el segundo sumergido en una violencia que en los últimos años ha recrudecido”.

Francisco llega a México con una agenda apretada y cada palabra, cada gesto será valorado por el pueblo mexicano".

Un sucesor de Pedro que ha dicho ser un “Misionero de la Misericordia” en cada uno de sus viajes y que en su última encíclica “Laudato Si” (Alabado seas), le da una gran importancia a la vida desde el medio ambiente hasta el hombre y según las expectativas esas líneas de pensamiento pueden hacerse sentir en México.