La historia del bombero que cayó en El Chorrillo portando su uniforme con abnegación

Entre lágrimas y sentimiento de gratitud, compañeros del sargento primero Manuel Naar, relataron los momentos que compartieron antes del incendio registrado este domingo en el barrio de El Chorrillo.

“Ayer era un día común y corriente como todos los días, donde se compartía (…) era un compañero alegre que nos motivaba a realizar las labores cotidianas”, señaló el bombero Gabriel Vergara.

Eran aproximadamente las 10:50 de la mañana del domingo 22 de septiembre, cuando se dio la llamada de emergencia para pedir apoyo al Cuartel de Bomberos de Balboa, en el corregimiento de Ancón. Las incontrolables llamas que salían de uno de los inmuebles de madera ubicado en El Chorrillo, exigían la presencia de los “camisas rojas” para salvaguardar la vida de las 15 familias que residían en este lugar.

Para sorpresa de todos, la explosión de un tanque de gas terminó afectando la estructura. Se presume fue uno de los factores que terminó con la vida del sargento Naar, quien por más de 25 años supo portar con abnegación el uniforme que hoy es resguardado como un tesoro.

El bombero Gerardino Núñez relata que ese domingo desayunaron juntos. “Hay veces es difícil pensar que un compañero no está, por eso todavía nos hacemos la idea de que está con nosotros”, destaca.

Con los ojos llenos de lágrimas y la voz entrecortada el Capitán Carlos Rodríguez cuenta la realidad a la que están enfrentados los bomberos todos los días que salen de sus hogares.

“Sabemos que salimos de nuestras casas, dejamos a nuestras familias por espacio de 24 horas sin estar con ellos, esperando que nos esperan; pero mira la situación que se dio: nunca llegó el compañero (…) Espero que no se vuelva a repetir”, aseguró Rodríguez.

El sargento Naar, había enfrentado junto a sus compañeros incendios de gran magnitud, como el de enero de 2016 dentro del supermercado El fuerte en San Miguelito. El buen sentido del humor, su compromiso con la labor, pero, sobre todo, su entrega como para sus hijas de 16 y 17 años quienes tienen discapacidad, serán parte de esos recuerdos imborrables.

“Siempre vi que era un papá abnegado con sus hijas. Llegaba contento con ellas de la escuela. Siempre veíamos eso en él: una persona muy feliz”, señaló su compañero de labores Ricaurte Vergara.

Las honras fúnebres del sargento Naar, quien siempre será recordado como un héroe que cayó en cumplimiento del deber, se llevarán a cabo a finales de esta semana.