Bajo la Lupa: El sistema de salud de Panamá, en estado "crítico"
El sistema de salud de Panamá se encuentra en un estado crítico ante la opinión ciudadana.
Aunque las autoridades aseguran que cuentan con los recursos propios de un país con buenos índices de desarrollo económico, los pacientes de los centros hospitalarios temen que puedan pagar con sus vidas el problema de la planificación estatal en materia de salud.
En esta edición de Bajo la Lupa se reflejan los testimonios de los más afectados por el deficiente sistema, que según los pacientes, va en detrimento de su salud.
En las instalaciones de salud del país, el común denominador es la queja constante por el mal estado de los centros hospitalarios, falta de medicamentos, insumos, meses de espera para atenciones con especialistas y operaciones.
Algunos panameños atribuyen el problema a la falta de dinero, pero el gobierno ha reiterado que cuentan con los fondos necesarios para funcionar.
Al oír este planteamiento, quedan grandes interrogantes entre los ciudadanos. José Caballero, un panameño jubilado, no se explica cómo tuvo que pagar 600 dólares en una clínica para una cirugía ocular, después de 8 años de espera en una entidad hospitalaria pública.
Esta es solo una de las miles de historias de panameños que cargan el peso de una confesa falta de planificación en la administración de salud.
Rolando Villalaz, exdirector de la Caja de Seguro Social (CSS), explica que el Ministerio de Salud (Minsa) y la entidad que dirigió tienen planificadores para prever las necesidades que puedan generarse.
La alta y creciente mora quirúrgica parece ser un talón de Aquiles para ambas entidades.
La CSS registró hasta inicios de 2015 unas 12 mil 500 cirugías pendientes en todo el país, la cifra casi se duplica en los casos de pacientes que están esperando ser atendidos por especialistas en todo el país.
Se trata de unas 20 mil personas que esperan por un especialista.
La mayor cantidad de cirugías en mora son las operaciones oculares, hernias y vesícula, entre otras.
Las consultas a especialistas que presentan mayores índices de mora son las de cardiología, nefrología, ortopedia, medicina interna y otras.
El Hospital Santo Tomás no escapa del problema, por el contrario, el pasado 8 de mayo, sus médicos especialistas solicitaron la suspensión de las cirugías, debido a un desabastecimiento de insumos, medicamentos, falta de equipos y profesionales.
Aunque las autoridades niegan un desabastecimiento, el propio viceministro de salud, Miguel Mayo, vivió en carne propia la sensación de escuchar un "no hay" al solicitar un medicamento básico para la presión durante una visita oficial al centro de salud de Río Abajo.
Según, los miembros de la Federación de Enfermedades Críticas, Crónicas y Degenerativas, los pacientes de hemofilia, cardiología, anemia falciforme, diabetes y VIH, son los que más reportan problemas por falta de insumos y medicinas.
En el interior del país la situación de la salud pública es aún más difícil.
Por ejemplo, en Veraguas, los usuarios del hospital Luis "Chicho" Fábrega han denunciado que muchas veces deben llevar las gazas que necesitarán para su atención.
El deterioro de la estructura del histórico hospital Manuel Amador Guerrero, que atiende pacientes de Colón, Guna Yala y parte del Norte Coclé, es un peligro para los pacientes.
Las condiciones alrededor de este centro médico son pésimas y las instalaciones de más de 50 años de existencia, no aguantan un parche más.
Otro de los hospitales en estado "crítico" es el Nicolás A. Solano en La Chorrera, donde se ofrecen servicios a casi un millón de personas desde Penonomé hasta Arraiján, pero a pesar de estar cerca a la capital, las carencias son evidentes.