Lady La Vendedora de Rosas Capítulo 8
Sofía sigue buscando a Lady y se siente culpable; para enmendar en algo lo que hizo, le da a Norma el dato de un trabajo para que se lo pase a Fátima. Lady le confiesa a Mireya que se va a escapar en cuanto pueda, y le propone que se vayan juntas. Tras salir de la cárcel, Fátima corre al hospital para averiguar por su hija; queda preocupada al saber que no hay noticias de ella, pero agradece a Norma el haberla recomendado para el trabajo. Olegario visita a Brigit y le entrega la copia de la sentencia de Albeiro; que fue condenado a 15 años de cárcel. Olegario le propone defender a Albeiro, a cambio de favores sexuales. Fátima vuelve al inquilinato por Didier y sus cosas, pero Elmer, sintiéndose mal por la muerte de 38, le perdona la deuda y le sugiere quedarse en la pieza que él ocupaba. Didier y Fátima se instalan en el cuarto, pero Didier se preocupa al ver que ella compró aguardiente. Ya ebria, Fátima le confiesa que Lady está desaparecida. Yurani invita a Alex a una cena romántica en su pieza, pero todo sale mal porque él le pide que busquen a Lady y le confiesa que siente algo por ella. Entre tanto, en la whiskería, Víctor le da un ultimátum a Brigit, exigiéndole que sea cariñosa con los clientes. Didier sale a jugar al patio y en venganza por haber delatado a 38 con los sicarios, rompe la ventana de Elmer con su balón. Aprovechando la noche, Lady entretiene a la hermana Ángela, mientras Mireya busca en su cuarto las llaves para salir del orfanato. Ángela se percata que algo está pasando, pero Lady y Mireya corren hacia el corredor de la puerta trasera. Entran en su habitación, la hermana Ángela se prepara para descansar, pero oye un llanto en el corredor. Cuando sale a ver qué pasa, descubre que es Lady quien en realidad la está distrayendo para que Mireya pueda colarse al cuarto y robar las llaves de la puerta trasera. Mireya ha encontrado por fin las llaves de la puerta y sale lo más disimuladamente posible del cuarto de Ángela, pero Lady no puede evitar mirarla, lo que pone alerta a la monja. Las niñas corren hacia la puerta trasera, pero Sultán, el perro, les impide la salida con sus ladridos.