Convulsiones en bebés y niños
Las causas y síntomas de las convulsiones febriles en los niños pueden ser por causas genéticas, problemas de infección respiratoria viral superior, gastrointestinal, infecciones del oído.
El Pediatra Neonatal Martín Lasso, nos manifiesta que las convulsiones febriles ocurren en el 5% de los niños, las características no se distingue en el momento de una convulsión.
Según el doctor hay nombres alternativos como:
Convulsión tónico-clónica; Convulsión generalizada
Las convulsiones tónico-clónicas generalizadas son el tipo de convulsiones que la mayoría de las personas asocian con el término “ataque”, convulsión o epilepsia. Estas convulsiones se pueden presentar en personas de cualquier edad, como un episodio único o como una afección crónica, repetitiva . La mayoría de las convulsiones que se presentan como un episodio único son convulsiones tónico-clónicas generalizadas, en lugar de otros tipos.
Las convulsiones generalizadas son causadas por la actividad eléctrica anormal en múltiples sitios del cerebro y/o sobre una vasta área del mismo, ocasionando pérdida del conocimiento y rigidez corporal, seguida de temblor en los brazos y las piernas.
¿Qué debe hacer si su niño tiene una convulsión a causa de una fiebre?
- Si está en la tina tratando de bajar la fiebre y convulsiona, debe sacar al niño y colocarlo en una superficie suave.
- Coloque debajo de su cabecita una almohada blanda
- Ponga de lado el cuerpo del niño por si vomita
- Aparte todo objeto cercano que pueda lastimar al pequeñ
- No le meta nada en la boca para evitar lesiones
- De ser posible procure tomar el tiempo que dura la convulsión
- No trates de detener la convulsión agarrándolo fuerte
Una convulsión febril simple se detiene por sí sola en cuestión de unos segundos hasta 10 minutos, generalmente seguidos de un período corto de somnolencia o confusión. Después de una convulsión febril, el niño puede quedar con alteración de su estado de conciencia, como si estuviera dormido. Luego, se despertará de forma natural, como si nada hubiera ocurrido.
La duración de la convulsión puede ser muy variable, la mayoría dura un minuto o menos. Sin embargo, algunas crisis convulsivas pueden llegar a durar hasta 15 minutos, sin que ello represente mayor problema.