Bryant se fue contento con su despedida en Filadelfia, su ciudad natal

Lakers - NBA

Kobe Bryant / Getty Images
Efe
02 2015 - 07:45

El escolta estrella de Los Ángeles Lakes, Kobe Bryant, jugó el último partido como profesional en su ciudad natal de Filadelfia, y al margen de todas las emociones que vivió tras la gran recepción que le dieron, que dijo superó todo lo que uno podría "soñar", reconoció que "estaba en paz".

"No tengo palabras por lo que he vivido las últimas horas en Filadelfia", subrayó Bryant al concluir el partido que su equipo perdió por 103-91 y fue el primer triunfo de los Sixers en 29 partidos, la peor racha dentro del deporte profesional de Estados Unidos. "Me quedo con todo el cariño de los aficionados y los momentos vividos".

Bryant, de 37 años, reiteró que había llegado a la decisión de la retirada con total tranquilidad, sin ningún tipo de presión externa ni condicionamiento de ningún tipo, como algo interior, sin ninguna influencia de nada ni de nadie.

"Mis piernas como se ha podido comprobar esta noche ya no me dan para 48 minutos y por lo tanto ha llegado el momento del adiós", reiteró Bryant, que comenzó el partido de forma espectacular y arrolladora con 13 puntos en el periodo inicial con 3 de 4 tiros acertados, incluidos dos triples.

Bryant al final consiguió 20 puntos tras disputar 32 minutos en los que anotó 7 de 26 tiros de campo, incluidos 4 de 17 triples, la segunda mayor marca de intentos desde fuera del perímetro de su carrera profesional y la que más desde el 2008 cuando hizo 14.

La marca es de 18 que estableció en el 2003, pero entonces acertó 12, que es la mejor de su carrera profesional.

La estrella de los Lakers también acertó 2 de 4 desde la línea de personal, capturó cinco rebotes, incluidos cuatro defensivos, dio dos asistencias, recuperó un balón y perdió tres.

"No es el momento de pararse a pensar lo que va a ser la temporada, ni en las derrotas, los compañeros saben que lo que tenemos que hacer es salir a jugar cada partido e intentar mejorar para que lleguen las victorias", comentó Bryant tras completar el primer partido de una gira de ocho fuera de su campo.

Antes del encuentro Bryant participó en la ceremonia de despedida que le hizo la organización de los Sixers, equipo con el que dijo soñó y quiso jugar, pero luego cuando llegó a Los Ángeles su felicidad han sido los Lakers durante las 20 temporadas que ha estado en la NBA.

Bryant fue acompañado en el centro del campo por Gregg Downer, el entrenador que tuvo en el colegio Lower Merion, de Filadelfia, donde estudió, y del gran Julius Erving, para recibir el uniforme con el número 24 enmarcado de su etapa de estudiante.

Luego los aficionados de los Sixers comenzaron a corear su nombre a lo que la estrella respondió con un primer cuarto al mejor nivel de auténtico ganador del premio de Jugador Más Valioso (MVP), cinco títulos de liga y dos medallas olímpicas de oro, pero luego le llegó la hora de la realidad y de los 17 puntos conseguidos en la primera parte, en la segunda ya sólo fueron tres los que anotó.

"No importa lo conseguido en el campo sino todas las emociones vividas, recibimiento y muestras de cariño que he recibido, que ha sido algo excepcional e inolvidable", destacó Bryant, que antes del partido admitió su amor de niño por los Sixers.

Bryant también se refirió a las críticas que recibe de los periodistas por el bajo rendimiento que está teniendo y dijo que apreciaba lo malo que hacia tanto como lo bueno y por lo tanto era algo que los jugadores debían entender como profesionales.

"Forma parte de la realidad de los profesionales, debemos entender que los periodistas también tienen que hacer su labor, por lo tanto de lo que siempre hay que estar seguros es de lo que cada uno de nosotros hacemos dentro del campo, darlo todo y sin preocuparnos de lo que puedan decir", destacó Bryant.

Al valorar la posición de defensa que el alero Kevin Durant, de los Thunder de Oklahoma City, ha hecho de su persona por las fuertes críticas que ha recibido debido a su bajo rendimiento, Bryant bromeo y dijo que el nunca se quejaría.

"Oh, creo que están siendo demasiado duros contra mi, por favor dejen de hacerlo", bromeó.

Bryant reiteró que lo había dado todo al deporte del baloncesto y que ahora comprendió que ya no tenía nada más que ofrecer con su condición física, por lo tanto su recorrido hasta el final de temporada estará marcado por la manera como consiga alcanzar la mejor forma y de esa manera ayudar al máximo al equipo.

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