Bicampeonato lo habíamos soñado, dicen jugadores de México
Raúl Gutiérrez, director técnico de la selección de México Sub17, les dio todo el crédito a sus jugadores por el campeonato mundial obtenido el domingo con un triunfo por 2-0 sobre Uruguay, en el Estadio Azteca. "Estoy encantado por haber tenido el privilegio de estar aquí", dijo Gutiérrez en sus primeras declaraciones, entrevistado por un canal de la televisión mexicana. "El mérito es de ellos (los jugadores); el compromiso, su trabajo, son muchas cosas. Creo que hoy nuestro fútbol se viste de gala; tenía muchos años que no se lograba algo así. Estamos muy felices". Los mexicanos no habían tenido un día tan emocionante en el fútbol desde el domingo el 2 de octubre de 2005, cuando el equipo que dirigía Jesús Ramírez conquistó el título Sub17 en Perú, con un triunfo de 3-0 sobre el favorito Brasil. Ese fue el primer campeonato mundial de México en una cancha de fútbol. Gutiérrez emuló a Ramírez y dijo que el mérito de la victoria también es de la Federación Mexicana de Fútbol, por el apoyo que le dio a las selecciones juveniles, sobre todo a partir del título de 2005. El hombre conocido como "El Potro" dijo que se sintió campeón cuando Giovani Casillas anotó el segundo gol, en tiempo de compensación. "Faltando tan poco tiempo era muy complicado que (los uruguayos) pudieran hacer algo, creo que desde allí ya estábamos soñando". Pero los jugadores ya habían soñado con este campeonato. "Esto lo había soñado", dijo también para la televisión Casillas. "Todos los meses que estuvimos concentrados, los entrenamientos, las metas que nos pusimos para esto, para ser campeones". Al capitán mexicano Antonio Briseño, autor del primer gol contra Uruguay y que levantó la copa de manos del presidente mexicano Felipe Calderón y del titular de la FIFA, Joseph Blatter, le estaba tomado tiempo asimilar el resultado histórico. "Ahorita no me la creo", dijo el central. "Un campeonato del mundo es para todo México, esto fue trabajo en equipo, esto lo sacamos todos". El jugador del Atlas dijo que sabía que iba anotar en el Mundial. Su gol acercó al equipo mexicano, que terminó el torneo con siete victorias seguidas. Un Mundial perfecto. "Fue un centro de (Kevin) Escamilla muy bueno, recentro del "Güero" (Carlos Fierro), excelente, me la dejó ahí", relató Briseño sobre su anotación en el primer tiempo. "Sabía que iba a caer (el gol)". Por su parte, el delantero Marco Bueno, subrayó el ejemplo que les puso su compañero Jaime Gómez, quien en las semifinales contra Alemania anotó el gol decisivo a pesar de estar cortado de la cabeza. Gómez no inició contra Uruguay por decisión de última hora de Gutiérrez, pues el volante no se sintió en condiciones óptimas antes del partido. "El "Cebollín" nos puso el ejemplo a todo", dijo Bueno sobre Gómez. "Cuando se quiere, se puede". Siguiendo ese ejemplo, Bueno jugó la final a pesar de estar lastimado de una pierna. Cuando le preguntaron por qué jugó si estaba lesionado, dijo: "Estaba lastimado, pero como me dijo en el vestidor un amigo, las lesiones se curan, los corazones rotos sanan, pero el recuerdo queda para siempre". El recuerdo del domingo 10 de julio de 2011 quedará en el recuerdo por siempre para este equipo sub17 y, seguramente, para millones de mexicanos más.