Chicharito ya se ha ganado a la afición y al vestuario

Así lo siente el propio vestuario blanco, que no ha tardado en adoptar para sí al ‘14’ madridista. Principalmente, porque en estos primeros entrenamientos ha demostrado un grandísimo talento para el fútbol. Exhibiendo además unas características de las que adolecía el Real Madrid, por la profundidad que inyecta al juego con sus desmarques, así como por su obsesiva capacidad para el remate en las inmediaciones del área y la portería. Pero es que además de esa calidad futbolística -que se le presuponía-, Chicharito ha traído consigo también una calidad humana extraordinaria. Una sencillez innata, una simpatía natural, una locuacidad inusual y una pulida educación y respeto que han calado hondo en ese conjunto de jugadores, con el que ha congeniado a la perfección en estos primeros días. Unos valores por los que también se ha metido en el bolsillo al madridismo después de la entrevista que concedió esta misma semana en El Chiringuito de Neox, donde demostró de puertas hacia fuera estas mismas virtudes, ya mostradas de puertas hacia dentro. “Así es Chicharito”, aseguran fuentes del equipo blanco. Sin dobleces. Afortunadamente para los intereses del jugador y del club, dicha entrevista fue todo un punto de inflexión. Y es que el mexicano no aterrizó en el Real Madrid en el mejor momento posible: tras la polémica formada por las salidas de Ángel Di María y Xabi Alonso, unido al huracán Radamel Falcao, que acabó fichando por el mismo Manchester United donde Javier Hernández se desempeñaba como suplente, cuando se había anunciado anteriormente a través de la cuenta del colombiano en las redes sociales su traspaso al Real Madrid. Las condiciones, desde luego, no acompañaron en absoluto para que Chicharito tuviera una buena acogida. Sin embargo, aunque unos días más tarde, el ariete se ha ganado ya ese respeto y cariño que se concede de forma natural a todo recién llegado. Se ha ganado poder enterrar todos esos prejuicios que existían dentro y fuera de Valdebebas, generados por las particularísimas circunstancias que envolvieron su traspaso. Ahora será el propio jugador, y sólo el jugador, quien ponga su nombre en valor, o no. Empezando por este mismo sábado, ante el Atlético y ante su público, donde debería “ser de utilidad” para el Real Madrid (Ancelotti dixit). Así lo siente el propio vestuario blanco, que no ha tardado en adoptar para sí al ‘14’ madridista. Principalmente, porque en estos primeros entrenamientos ha demostrado un grandísimo talento para el fútbol. Exhibiendo además unas características de las que adolecía el Real Madrid, por la profundidad que inyecta al juego con sus desmarques, así como por su obsesiva capacidad para el remate en las inmediaciones del área y la portería. Pero es que además de esa calidad futbolística -que se le presuponía-, Chicharito ha traído consigo también una calidad humana extraordinaria. Una sencillez innata, una simpatía natural, una locuacidad inusual y una pulida educación y respeto que han calado hondo en ese conjunto de jugadores, con el que ha congeniado a la perfección en estos primeros días. Unos valores por los que también se ha metido en el bolsillo al madridismo después de la entrevista que concedió esta misma semana en El Chiringuito de Neox, donde demostró de puertas hacia fuera estas mismas virtudes, ya mostradas de puertas hacia dentro. “Así es Chicharito”, aseguran fuentes del equipo blanco. Sin dobleces. Afortunadamente para los intereses del jugador y del club, dicha entrevista fue todo un punto de inflexión. Y es que el mexicano no aterrizó en el Real Madrid en el mejor momento posible: tras la polémica formada por las salidas de Ángel Di María y Xabi Alonso, unido al huracán Radamel Falcao, que acabó fichando por el mismo Manchester United donde Javier Hernández se desempeñaba como suplente, cuando se había anunciado anteriormente a través de la cuenta del colombiano en las redes sociales su traspaso al Real Madrid. Las condiciones, desde luego, no acompañaron en absoluto para que Chicharito tuviera una buena acogida. Sin embargo, aunque unos días más tarde, el ariete se ha ganado ya ese respeto y cariño que se concede de forma natural a todo recién llegado. Se ha ganado poder enterrar todos esos prejuicios que existían dentro y fuera de Valdebebas, generados por las particularísimas circunstancias que envolvieron su traspaso. Ahora será el propio jugador, y sólo el jugador, quien ponga su nombre en valor, o no. Empezando por este mismo sábado, ante el Atlético y ante su público, donde debería “ser de utilidad” para el Real Madrid (Ancelotti dixit).