Episodios de violencia en estadio de Fortaleza
Otra ola de violencia estremeció Brasil durante el fin de semana, en que aficionados iracundos destruyeron asientos de uno de los estadios a ser usados en la Copa Mundial del año que viene y decenas de hinchas fueron detenidos en Sao Paulo. Los organizadores del Mundial dijeron el lunes que unos 100 asientos fueron destruidos en la Arena Castelao por hinchas de Fortaleza frustrados porque su equipo dejó escapar la oportunidad de subir a la segunda división. En ese estadio se jugarán seis partidos de la Copa Mundial. Medios de prensa dicen que, según la policía, hubo muchos más asientos destruidos y se habla incluso de 3.000. La policía enfrentó a grupos de hinchas dentro de otros dos estadios, incluido uno en el que jugaba el líder del campeonato brasileño Cruzeiro el domingo. No se informó de lesiones graves en los incidentes. Varios clubes fueron castigados este año por el comportamiento violento de sus aficionados. Vasco da Gama, Corinthians y Palmeiras --un grande que está en la segunda división-- no pueden jugar en sus campos por incidentes protagonizados por sus parciales. Es previsible que los episodios del fin de semana generen nuevas sanciones. Los incidentes del Arena Castelao se produjeron cuando Fortaleza, de la tercera división, empató 2-2 con Sampaio Correa, lo que lo dejó sin esperanzas de ascender. Casi 60.000 aficionados habían colmado el estadio y algunos comenzaron a destruir asientos al sonar el pitazo final. El gol que selló la suerte de Fortaleza se produjo en tiempo de descuento. La Arena Castelao fue el primer estadio que entregaron los organizadores del Mundial y allí debe jugar Brasil uno de sus partidos de la fase inicial. En el estadio Morumbí la policía atacó con bastones a hinchas de Sao Paulo que invadieron sectores de las tribunas reservados para los aficionados de Corinthians. La televisión mostró imágenes de hinchas ensangrentados tratando de golpear a los policías y de aficionados con niños intentando escaparle al caos. Después del partido hubo enfrentamientos entre hinchas de los dos equipos y un autobús que transportaba partidarios de Sao Paulo resultó destruido. Las autoridades detuvieron a al menos 30 personas, incluidas varias mujeres. La policía, que usó balas de goma para poner orden, dijo que el enfrentamiento probablemente haya sido arreglado de antemano en la internet. En el estadio Independencia de Belo Horizonte, por otro lado, la policía apeló a gases lacrimógenos para dispersar a hinchas de Cruzeiro tras la derrota 1-0 ante su tradicional rival Atlético Mineiro. La policía dijo que encontró bombas caseras en manos de algunos hinchas y por televisión se vio a un aficionado de Cruzeiro que tiraba una hacia un sector de la tribuna donde había hinchas de Mineiro. No se informó de heridos. Según medios locales, luego del partido hubo enfrentamientos entre hinchas de ambos clubes y decenas de detenidos.