La Final de Copa, "Misión Imposible" para CR7
Cristiano Ronaldo se aleja de la final de Copa. Es misión imposible que pueda disputar el Clásico de Mestalla el próximo miércoles. La resonancia a la que se sometió el jugador nada más llegar de Dortmund le cierra totalmente la puerta a su presencia en el esperado duelo. Un jarro de agua fría para CR7 y para el Real Madrid, que debe asimilar que tendrá que jugarse el título sin su gran estrella. "Tras las pruebas realizadas al jugador Cristiano Ronaldo se le ha detectado una lesión muscular en el bíceps femoral izquierdo. Pendiente de evolución", rezaba el parte médico emitido por los servicios médicos del Real Madrid tras la exploración. El comunicado reconoce la lesión del jugador, pero no concreta el diagnóstico ni el tiempo de baja. Por ejemplo, no dice si hay o no rotura. Tampoco el grado de la misma. Esto último resulta clave para estimar el tiempo de baja. Sin tiempo El enigmático parte médico del club dejaba, por tanto, abierta a toda especulación la posibilidad de que Cristiano pudiese disputar o no la final de Copa. Sin embargo, según ha podido saber MARCA, el 7 blanco sufre una rotura fibrilar grado I en el bíceps femoral de la pierna izquierda y está descartado para la final de Copa. El periodo de baja es de 15 días sin posibilidad de milagros en la recuperación. El tratamiento es el que es y el tiempo para la puesta a punto lo mismo. Imposible llegar al Clásico del 16 de abril. Más teniendo en cuenta que el músculo dañado es muy traicionero. Una recaída a estas alturas le supondría a Cristiano romperse del todo y perderse lo que resta de temporada. El portugués se juega mucho en esta recuperación porque no hay margen de error. Se trata del músculo de la velocidad, la principal característica de un jugador que tira de él como nadie. las alarmas volvieron a encenderse cuando el luso se retiró a las primeras de cambio del entrenamiento previo al choque de vuelta ante el Borussia. Volvió a sentir molestias y se marchó al vestuario. Al día siguiente se quedó en el banquillo y no jugó ni un minuto a pesar de que la situación llegó a ser crítica. De hecho, ni calentó. Al regreso de la expedición a Madrid se confirmó que el jugador estaba roto. Mazazo para Cristiano que, sin embargo, ya se temía lo peor. Su gesto comiéndose las uñas en el Signal Iduna Park cuando volvió a sentir las molestias no hacían presagiar nada bueno. Ahora toca ponerse manos a la obra en la recuperación y mirar a las semifinales de la Champions. Texto: MARCA.com