A juicio 16 personas por tragedia en fútbol egipcio
Por la muerte de unas 20 personas en un estadio de El Cairo
La fiscalía anunció el martes que se juzgará a 16 personas en Egipto por los actos de violencia que causaron la muerte de unas 20 personas el 8 de febrero en el exterior de un estadio de fútbol en El Cairo.
Tras la tragedia, el gobierno había afirmado que las víctimas fallecieron aplastadas en una "avalancha" de gente, pero aficionados y testigos responsabilizaron a la policía de esta "masacre", al estimar que provocó la avalancha con los disparos de gases lacrimógenos contra los espectadores atrapados a la entrada del estadio.
La fiscalía estimó el martes que la cofradía islamista de los Hermanos Musulmanes había "financiado" a los hinchas del grupo Ultras White Knights del club Zamalek, que jugaba el 8 de febrero contra el club de Enppi, con el fin de "llevar a cabo actos de vandalismo y violencia durante el evento deportivo".
Según ella, los hinchas hicieron uso "de la fuerza y la violencia ante las fuerzas del orden", llevando a "la policía a lanzar gases lacrimógenos para dispersarlos".
"Esto llevó al caos y a una avalancha entre los hinchas que intentaron entrar en el estadio (...), lo cual causó muertos y heridos", afirmó la fiscalía.
Un total de 16 acusados, incluyendo a 12 "miembros de los Hermanos Musulmanes e hinchas del club de Zamalek", serán juzgados por "homicidio voluntario, vandalismo y resistencia a las fuerzas del orden".
La fiscalía indica que 22 personas murieron el 8 de febrero, pero el ministerio de la Salud afirma que se registraron 19 fallecimientos.
El drama del 8 de febrero tuvo lugar tres años después de la muerte de 74 aficionados al fútbol en Port Said (norte), donde, según los aficionados, la policía había dejado deliberadamente a los seguidores de dos equipos rivales enfrentarse, con el fin de "vengarse" de los grupos de hinchas que participaron en la revuelta popular, que derrocó al presidente Hosni Mubarak en 2011.
Los grupos de ultras son famosos en Egipto por su hostilidad contra la policía y estuvieron a menudo en primera línea estos últimos años en las manifestaciones de opositores, reprimidas brutalmente.
El drama de febrero también tuvo lugar en un contexto de represión sistemática por parte de la policía egipcia de las manifestaciones de la oposición islamista, pero también laica y liberal.
Desde que el ex jefe del ejército y actual presidente, Abdel Fatah al Sisi, derrocara y detuviera a su predecesor, el islamista Mohamed Mursi, en 2013, las fuerzas de seguridad mataron a más de 1.400 manifestantes islamistas.