Neymar sigue sin entender por qué le sustituyen tanto

A Neymar le cogió un cabreo monumental en el Pizjuán cuando fue sustituido en el minuto 72 con 1-2 en el marcador. Y el brasileño, dominador de la escena mediática como pocos, escenificó su enfado por una decisión, que no entendió en caliente y que ayer domingo, con los biorritmos más bajos, aún no había digerido.

El punto clave es que el '11' blaugrana no ha sabido hallar el motivo que llevó a Luis Enrique a sacarlo del campo. A Neymar, como a todos los cracks, no le gusta acabar un partido en el banquillo, pero especialmente el sábado, por los precedentes y por cómo iba el encuentro, el brasileño se mostró aún más cariacontecido.

Neymar estaba fresco. Venía de descansar el miércoles contra el Almería, una ausencia que acató con profesionalidad y que tenía una cierta lógica, teniendo en cuenta la secuencia de encuentros de máxima dificultad que se avecinaban: el Sevilla, la ida de los cuartos de la Champions League en París, frente al PSG, el Valencia en casa, la vuelta de la Champions League en el Camp Nou y el derbi de Liga en Cornellà-El Prat contra el Espanyol.

El sábado, en el Nervión, Neymar estaba especialmente satisfecho. Había roto su sequía goleadora de cinco encuentros con un escuadrazo perfecto en un libre directo que le dejó chutar Messi. Estaba recuperando las sensaciones y en determinadas fases del encuentro era el jugador más activo de la tripleta ofensiva. En la segunda parte, el encuentro se complicó, con un Sevilla que atacaba sin complejos y un Barça que perdió el control que ejerció en los primeros 45 minutos. Era necesario recuperar la manija, ordenarse y dormir el partido. En este escenario, 'Ney' creía que podía ser útil al equipo porque una de sus características es cadenciar el juego en la punta izquierda del ataque alargando las posesiones y amagando a sus rivales. Luis Enrique, sin embargo, no lo vio así. Y aquí vino la sorpresa y, acto seguido, el mosqueo del brasileño que consideraba que hacer un buen partido, marcar de falta y venir de un descanso intersemanal eran argumentos de peso para finalizar el choque sobre el césped.

El entorno de Neymar confirma que el futbolista tiene una buena relación profesional con 'Lucho'. Es más, fue el entrenador asturiano quien dio el visto bueno a su viaje a Sao Paulo en marzo, para resolver cuestiones burocráticas. Una ida a su país prevista y programada para cuando la plantilla descansase dos días seguidos y que coincidió con la fiesta de cumpleaños de su hermana Rafaella.

'Ney' no es un crack intervencionista. Como lo demuestra que nunca ha cuestionado la posición donde lo han colocado sus respectivos entrenadores a lo largo de su carrera, ya sea en el Santos FC, en la Seleçao o en su etapa blaugrana. Es más, en la canarinha, donde es la estrella solitaria desde que debutó en agosto de 2010, nunca ha mostrado su parecer en los cambios de seleccionadores que se han producido Este último verano, tras el varapalo del 1-7 contra Alemania en el Mundial y la destitución de Luiz Felipe Scolari, la CBF obró con total independencia y ni siquiera lo sondeó. El elegido fue Dunga, que lo había dejado fuera del Mundial en Sudáfrica 2010. Lo que pareció una afrenta al delantero mohicano, en pocos meses se ha transformado en complicidad y la elección de Neymar como capitán de la Seleçao.

Neymar ha sido intocable desde que explotó en el Santos a principios de 2010, con aún 17 años, donde lo jugaba absolutamente todo, en un rol muy parecido al que juega Leo Messi en Barcelona. Con la Seleçao ocurre tres cuartos de lo mismo. Los cambios constantes a los que le somete Luis Enrique son una novedad en su carrera, porque, en su primer año en el Camp Nou, con el 'Tata' Martino acababa la gran mayoría de encuentros en que era alineado.

Las estadísticas demuestran que Neymar es el más sustituido de la tripleta ofensiva sudamericana titular. Leo Messi, como se sabe, come aparte. Cuando juega, lo hace los 90 minutos, independientemente de su rendimiento o condición física. El argentino solo ha sido sustituido en un encuentro, contra el Ajax en el Camp Nou, correspondiente a la fase de grupos de la Champions League. El brasileño, por su parte, ha jugado esta temporada 2014-15 34 partidos como titular y ‘Lucho’ lo ha sacado en 15 ocasiones, lo que representa en 44,1% de las ocasiones. Luis Suárez, por ejemplo, ha sido 30 veces titular y ha sido sustituido en 10, un 30%.

Números en mano, habría, por tanto, una razón tangible por la que el ‘Mohicano’ pueda sentirse injustamente señalado por su entrenador. Sin embargo, si se abre el foco, las sustituciones de ‘Ney’ pueden compararse perfectamente con lo ocurrido con otros titulares. 'Lucho' ha sacado a Iniesta en 15 de los 27 encuentros en que ha salido en el 11 inicial (un 55,6%) y Rakitic, en 17 de las 31 veces alineadas (un 54,8), en los dos casos el porcentaje es superior al del brasileño.

Ocurre también lo mismo con otros futbolistas que este año han perdido su condición de fijos en el 11 inicial. Pedro ha sido sustituido en 10 de sus 20 titularidades (un 50%) y Xavi en 7 de los 17 encuentros (un 41,2%).

'Lucho' es un técnico de ideas claras, que apuesta en las rotaciones y las sustituciones de sus jugadores importantes como un elemento fundamental para mantener toda la plantilla enchufada y para que ahora que llega el momento caliente de la temporada, en que los títulos están en juego, a nadie le pesen en excesivo las piernas.

Ahora bien, lo sucedido en el Pizjuán no fue bueno para nadie. En primer lugar, para el equipo, porque Luis Enrique no dio en la tecla y sus recambios no obtuvieron el objetivo deseado. Y, en segundo término, porque el enfado de 'Ney' enturbia el debate a las puertas de un encuentro decisivo como es el del miércoles en el Parque de los Príncipes.

El jugador mostró claramente cómo se siente, la cuestión es si lo ocurrido hará cambiar la forma de pensar y actuar del técnico asturiano.