Dos partidos de sanción a Cristiano 'Guante de Oro'
Se pierde los partidos ante la Real Sociedad y el Sevilla
Después de unos días de espera se ha hecho público lo que era un secreto a voces. El Comité de Competición ha sido indulgente con Cristiano Ronaldo y le ha sancionado con dos partidos por su expulsión el pasado sábado en el Nuevo Arcángel.
Tras agredir a Crespo y posteriormente propinar a Edimar la patada que le costó la roja directa, se esperaba con expectación la resolución del Comité ya que el acta de Hernández Hernández no recogió la primera agresión y calificó la segunda de "patada a un adversario".
Finalmente el organismo formado por Francisco Rubio, como presidente, Pablo Mayor y Lucas Osorio, estos últimos como vocales, ha determinado que el portugués cumpla dos encuentros en virtud del artículo 123 del Código Disciplinario, que dice así: “Producirse de manera violenta al margen del juego o estando detenido, con ocasión del juego o como consecuencia directa de algún lance del mismo, siempre que la acción origine riesgo, pero no se produzcan consecuencias dañosas o lesivas, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos, sin perjuicio de lo establecido en el artículo 98 del presente Código”.
Con este castigo el delantero se perderá los partidos en casa contra la Real Sociedad y el Sevilla, pero estará listo para disputar el derbi de Liga en el Calderón.
El desprecio y la primera agresión, inexistentes
Además de aplicar la sanción mínima a la patada sobre Edimar, el Comité ha hecho la vista gorda con la primera agresión sobre Crespo y con la forma en la que Cristiano provocó al público cuando se limpió el escudo de campeón del mundo al abandonar el césped. Si bien es verdad que ninguna de las dos acciones figuraban en el acta del encuentro, el Comité está habilitado para actuar de oficio en acciones punibles que el equipo de árbitros no recoge en el acta, y teniendo en cuenta la publicidad que han adquirido las imágenes del portugués resulta difícil creer que los tres miembros encargados de sancionar desconozcan de la existencia de estas. Rubio, Mayor y Osorio han decidido que tanto la agresión como la provocación no merecían su atención.