Ramos es castigado con un partido y se borra de Sevilla
El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol desestimó las alegaciones presentadas por el Real Madrid contra la tarjeta roja que vio Sergio Ramos en el partido frente al Barcelona del pasado domingo y, por tanto, no podrá jugar en el Sánchez Pizjuán frente al Sevilla. El club blanco ya ha anunciado que recurrirá la decisión ante Apelación y que pedirá ante este órgano la suspensión cautelar del castigo. Incluso podría reunirse también la última instancia en la vía deportiva, el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), para resolver una posible petición de suspensión cautelar ante él, en caso de fallo adverso para Ramos. El Madrid alegó que no existió falta a Neymar en el lance que concluyó en penalti y expulsión del sevillista y que la jugada llegaba precedida de un fuera de juego del brasileño. También discutía que la jugada fuese manifiestamente de gol. Todo ello lo documentó con vídeos. En los fundamentos jurídicos de la resolución, el Comité señala que "la prueba aportada (limitada a la repetición de las imágenes a cámara lenta y escasa calidad) no permite concluir" que no exista la infracción reflejada en el acta, el derribo "de un adversario impidiendo una manifiesta ocasión de gol". El Comité señala que se trata simplemente de "una valoración diferente por parte del club alegante de un lance del juego respecto a la realizada por el colegiado, sin que pueda prevalecer aquella sobre esta".