Saúl Ñíguez, el nuevo Koke
"Le veo similar a Koke y nos puede dar una mano este año. Ojalá siga creciendo, porque es un chico joven". La comparación con la que se despachaba Diego Pablo Simeone en la madrugada del miércoles, desde la sala de prensa del Santiago Bernabéu tras la ida de la Supercopa de España, va mucho más allá del hecho de que tanto Saúl como el "6" rojiblanco compartan camiseta o hayan pasado por las categorías inferiores del club. Y es que El Cholo, que ha tenido dudas este verano sobre la conveniencia de buscar una nueva cesión para el menor de los Ñíguez, tras la temporada que pasó en el Rayo, parece seguro ahora de que el canterano resultará útil a lo largo de la campaña en una posición novedosa para él, léase por delante de los dos mediocentros y escorado hacia una banda. Como Koke. Curiosa disparidad de criterios entre técnicos, porque Paco Jémez, en Vallecas, le situó en algunos partidos justo por detrás de los pivotes. En el centro de la defensa. Y tanto ha convencido Saúl que fue titular en el Bernabéu, adelantando así la posición de Raúl García y dejando a Griezmann en el banquillo. Lo mejor que puede decirse de su actuación es que fue uno más en el engranaje rojiblanco, lo cual, con Simeone por medio, resulta mucho más complicado de lo que parece. "Estoy muy contento. Tener minutos con la camiseta del Atlético, en una final y en el Santiago Bernabéu, es un orgullo para mí... aunque cualquier minuto con la camiseta del Atlético es una final", comenta el jugador. "Simeone me dijo un día antes del partido que jugaría y se me puso una sonrisa de oreja a oreja. Solo pensaba en hacerlo lo mejor posible y en disfrutar. También pensé que tenía que aprender de los jugadores y de todas las situaciones que se dieran en el campo. He trabajado durante toda la pretemporada para ganarme un puesto y el míster decidió al final que tenía que ser quien jugase. Simplemente me limité a intentar responder de la mejor manera posible", añade en ese sentido. Y, ya puestos, se atreve incluso con la comparación: "Ojalá fuera igual que Koke. No creo que las comparaciones sean buenas, porque cada jugador es distinto, pero él es un ejemplo para cualquiera, sobre todo para un canterano". Y con el cambio de puesto: "Hay que ayudar al equipo y hacerlo desde cualquier posición. Trato de hacerlo lo mejor posible siempre. La banda no es que sea el mejor puesto para mí, pero siempre voy a intentar dar lo mejor, sea donde sea". El caso es que los dos futbolistas comparados tuvieron compañía el martes. La de Gabi y la de Mario, para formar una sala de máquinas de la casa. "Es un orgullo para el Atlético que todos los centrocampistas fuéramos canteranos. Se nota que se lleva tiempo trabajando bien la cantera. Esto no era un amistoso, era una final, y ahí estábamos", completa Saúl, que por su parte también tuvo dudas sobre la continuidad. De momento, eso sí, parecen disipadas.