Sergi Samper le dijo que no a la Premier League

Ni Luis Suárez, ni Messi, ni Xavi... el único nombre que ayer acaparaba la atención azulgrana era el de un joven futbolista, de solo 19 años, que, fiel a un carácter discreto, se colaba el miércoles por primera vez en un once inicial profesional y lo hacía en la Champions. A Sergi Samper le llegaba de esta forma el premio a la fidelidad y lealtad a unos colores y se convertía en un ejemplo de que sin hacer mucho ruido se puede llegar muy lejos. Empezó de muy pequeño jugando a tenis, deporte que compartía con su hermano, pero, cuando solo tenía seis años, vio que su futuro estaba más ligado al césped del Camp Nou que a la hierba de las pistas de Wimbledon. Algunas voces señalan que el culpable fue su abuelo, que lo apuntó para hacer una prueba en la escuela del Barça. Aunque durante algún tiempo combinó los entrenamientos en el Tenis Barcino, llegando a ser campeón de Cataluña por equipos, con el balón, pronto su pasión se limitó al fútbol. Aún ahora se le puede ver por las pistas, pero para animar a su hermano, Jordi Samper, 237 del ránking ATP. ADN Barça. Su historia en el Barça empieza a los seis años y fue pasando por todas las categorías inferiores hasta que el miércoles debutó en el Camp Nou. Ha sido el único jugador en lograr una efeméride de esta índole. Además, lo hizo a lo grande: en un encuentro de Champions League, de titular y ante su afición. En sus años en la base, Samper ha ido aumentando su palmarés y su reconocimiento. La temporada pasada llegaba al filial donde, desde un inicio, pasó a ser una piedra angular. Pero antes de dar el salto a Segunda, y aún en Juvenil, el club le renovó hasta 2017. Ya llegaban cantos de sirena desde el Arsenal, que lo tentó en 2011 y en este pasado mercado, pero Samper siempre hizo oídos sordos. El azulgrana vive el fútbol fiel a su carácter. Es un mediocentro pausado, prudente, con precisión en el pase, equilibrio y visión de juego. No acapara grandes titulares, hasta ayer, pero su calidad y trabajo en el verde es vital. Y con esa humildad, discreción y paciencia, a pesar de tener solo 19 años, ya saborea el camino al Camp Nou. Es su momento.