Steelers rescinden contrato de Blount

Los Pittsburgh Steelers perdieron poco tiempo en deshacerse de los servicios de LeGarrette Blount, dejando en libertad al veterano running back menos de 24 horas después de que se reportó que abandonó el terreno de juego antes del final de la victoria de los Steelers contra los Tennessee Titans el lunes en la noche. "Creemos que la decisión de dejar en libertad a LeGarrette está en los mejores intereses de la organización y le deseamos lo mejor de la suerte", dijo el entrenador en jefe del equipo Mike Tomlin en un comunicado publicado por los Steelers. Según informes de medios, el asistente defensivo de los Steelers, Joey Porter, vio a Blount irse temprano el lunes hacia el autobús del equipo y lo llamó de vuelta al camerino en varias ocasiones. Blount regresó por un corto periodo de tiempo, pero se marchó nuevamente antes de que sus compañeros comenzaran las entrevistas post juego. Blount, quien firmó un contrato de dos años y $3.85 millones con los Steelers en marzo, jugó en apenas un par de jugadas contra los Titans y no recibió oportunidades de acarreo por primera vez en la temporada luego de que los Steelers dependieran en Le"Veon Bell, quien amasó 204 yardas y un touchdown en 33 acarreos. Blount amasó 266 yardas y un par de touchdowns en 11 partidos para los Steelers, pero su rol en la ofensiva se había disminuído luego del surgimiento de Bell como uno de los mejores running backs en la NFL. La movida de los Steelers los deja con solo Bell y el novato Dri Archer, quien ha jugado poco, como los únicos running backs en el roster activo -- con otro corredor, Josh Harris, en el equipo de práctica. Hay varios running backs veteranos que son agentes libres que podrían ser firmados por los Steelers para llenar la vacante de Blount. Al tope de la lista está Ben Tate, quien el martes fue dejado en libertad por los Cleveland Browns luego de una diferencia de criterio con el equipo por su rol en la ofensiva. Blount había estado con su cuarto equipo en las últimas cinco temporadas de la NFL y se perdió su último año de elegibilidad con la Universidad de Oregon tras pegarle un puñetazo a un jugador opositor.