La lucha desconocida de Mónica Seles
Exclusiva para TVMax
La carrera de tenis profesional de Mónica Seles es una de las más conocidas e interesantes en la historia del deporte. En su adolescencia, ella agarró al mundo del tenis femenino por sorpresa, apareciendo en escena al ganar el Roland Garros de 1990 a los 16 años.
Durante los siguientes años, desde 1991 hasta inicios de 1993, Seles ganó siete de nueve torneos de grand slam disputados, siendo Wimbledon el único que no pudo ganar habiendo sido finalista en 1992.
Habiendo ganado ocho torneos de grand slam antes de cumplir los 20 años, Seles es la adolescente más ganadora en la historia del deporte. Para ponerlo en perspectiva, Serena Williams llegó a ese número a los 25 años. Tanto Roger Federer como Rafael Nadal ganaron su octavo título de grand slam luego de cumplir los 24 años, mientras que Novak Djokovic lo hizo la semana pasada teniendo 27 años de edad.
El gran momento de Seles terminó de forma abrupta el 30 de abril de 1993.
En esa fecha, el destino de la historia del tenis fue alterado para siempre cuando, mientras jugaba un partido de cuartos de final en Hamburgo, un fanático trastornado la apuñaló entre los omóplatos durante un descanso en el partido. Seles fue transportada de inmediato a un hospital y su recuperación se completó luego de unas semanas. Ella, sin embargo, decidió dejar el tenis por poco más de dos años luego del incidente.
Seles jugó su último partido oficial cuando perdió en la primera ronda del Roland Garros de 2003. Hay una batalla, sin embargo, que ella ha estado librando a diario desde los inicios de su vida adulta y la cual probablemente seguirá batallando por el resto de su vida: su lucha contra el trastorno por atracón.
El martes, tuve la oportunidad de conversar con Seles sobre su lucha personal contra este trastorno alimenticio, el cual no es tan conocido como debería. Este afecta a muchos adultos alrededor del mundo que ni siquiera saben que existe, por lo cual ella desea regar la voz sobre el mismo.
“Yo empecé a sufrir del trastorno por atracón al principio de mi adultez,” dijo Seles. “Luego de sufrir de varios episodios, por ejemplo, cuando ganaba un torneo de tenis importante, en vez de querer salir a celebrar con mis entrenadores y mi familia, todo lo que quería era regresar al hotel y comer.”
El trastorno por atracón fue reconocido como una condición médica formal en 2013 y solamente un médico lo puede diagnosticar. Es el trastorno alimenticio más común dentro de la población adulta, pero la mayoría de la gente que sufre del mismo no sabe que lo tienen ya que no es muy conocido.
Algunos de sus síntomas consisten en comer grandes cantidades de comida en un período corto de tiempo. Un factor importante a considerar es el impacto que este trastorno puede causar en la autoestima de una persona. La mayoría de las personas que sufren del trastorno por atracón reportan una falta de control a la hora de regular la cantidad de comida que comen y una incapacidad a la hora de detenerse en pleno episodio. Las personas que sufren de esto suelen arrepentirse inmediatamente después.
“Para mí, como atleta, era muy difícil entender como yo tenerlo todo bajo control y ser muy disciplinada en la cancha de tenis y en mis entrenamientos, pero cuando se trataba de comer, no me podía detener,” dijo Seles. “Cuando finalmente me diagnosticaron con el trastorno por atracón, fue como si me quitaran un peso de encima. No tenía nada que ver con falta de compromiso o con ser débil. Yo sufría de una condición médica de verdad.”
La gran cantidad de comida que los atletas profesionales necesitan comer a diario para poder compensar por la cantidad de calorías que queman mientras entrenan o compiten jamás ha sido un secreto. Una vez que terminan sus carreras, muchos se encuentran en una situación en la cual les es difícil adaptarse a una rutina alimenticia normal, lo cual resulta en que sufren de problemas de peso y alimentación por el resto de sus vidas. En el caso de Seles, sin embargo, ese no era el problema.
“El trastorno por atracón es una batalla interminable, compitas o no compitas,” dijo Seles. “Este trastorno consiste de comer mucho en muy poco tiempo. No se trata de tener o no tener hambre. Es por eso que era tan difícil para mí entender la gran falta de control que tenía cuando se trataba de comer.”
Seles nunca ha sido una persona que le huye a los desafíos. Es por eso que ella decidió participar en un anuncio de servicio público que fue lanzado ayer en los Estados Unidos para crear conciencia sobre el trastorno que ha formado una parte importante de su vida desde hace ya varios años.
“Yo quiero que la gente sepa que hay ayuda disponible y que acudan a su médico para poder combatir contra este problema,” dijo Seles.
Cuando le pregunté que si ella sentía que hay un aspecto psicológico importante detrás de la existencia de este trastorno, Seles estuvo de acuerdo con esta suposición y la sustentó volviendo a hablar sobre su experiencia lidiando con el mismo, dado que en un principio le era imposible entender que era lo que le ocurría y el porqué.
Cada día, la existencia de más y más trastornos sale a la luz, se trate de trastornos alimenticios o de cualquier tipo. La mayoría, si no es que todos, están relacionados de una manera u otra a aspectos psicológicos, sean estos impulsados por eventos en el pasado de uno, u ocasionados por elementos químicos en el cerebro.
Las investigaciones sobre el tema no han llegado a una conclusión sobre la causa de este trastorno todavía, pero los científicos sospechan que una razón posible es el historial familiar de uno. Otra posibilidad es que la recuperación de hábitos alimenticios rígidos puede llevar a que una persona sufra de este trastorno una vez que abandona esos hábitos. Finalmente, otra creencia es que el trastorno puede ser el resultado de factores en el ambiente o una forma de lidiar con un evento traumático en el pasado de uno.
Más allá de la causa, el trastorno por atracón es un problema real en el mundo de hoy en día. Es probable que cada uno de nosotros conozca a alguien que sufra con esta condición pero esa persona puede que no tenga que idea de que lo sufre ya que no sabe de su existencia. Es por eso que Mónica Seles ha decidido abrirse sobre su batalla contra el trastorno por atracón.
De la misma manera que le fue posible regresar a las canchas de tenis luego del incidente en el que la apuñalaron para ganar su noveno título de grand slam en el Abierto de Australia de 1995, ella ha podido dominar su lucha contra el trastorno por atracón desde el momento que decidió acudir por ayuda. Por eso, su meta hoy en día es ayudar a otras personas como ella, que sufren de este trastorno a diario, para que de esa forma puedan empezar a sanar y derrotarlo.