Serena regresa a Indian Wells, 14 años después
Juró no volver a jugar, luego de sentirse maltratada por racismo
Cuando esta noche Serena Williams salga a la pista de Indian Wells para enfrentarse a Monica Niculescu, ella y Estados Unidos habrán cerrado una herida que sangraba desde hace 14 años. Lo que llevaba la ahora campeona de 19 Grand Slam sin pisar este torneo obligatorio (Premier mandatory) de la WTA. El tiempo que va desde el día en que salió abucheada de la pista tras ganar el campeonato, y que ella y su familia entendieron como un gesto racista, y hoy.
“Simplemente, sentí que era la hora de volver”, cuenta ahora a los medios. Ese 2001, Venus y ella iban a disputar la semifinal y la mayor decidió retirarse minutos antes alegando una tendinitis. Entonces, se especulaba con que el padre, Richard Williams, decidía a su antojo cuál de las dos ganaba. El día de la final, el patriarca y Venus estaban en la grada para ver a Serena. Y, según cuenta Richard Williams en su autobiografía, las vejaciones raciales “volaron por todo el estadio”. “Mis hijas fueron tratadas sin una pizca de dignidad ni respeto, como criminales”, escribió. La familia juró no volver. "No me sentí bien pese a ganar el título", recuerda ahora la tenista.
Hasta que el pasado febrero Serena anunció en una carta en ‘Time’ que participaría este año. Antes se lo consultó a su padre. “Fue emotivo, y me dijo que cometería un gran error si no volvía”, explicó.
“Las falsas acusaciones de que nuestros partidos estaban arreglados dolieron y desgarraron profundamente por dentro. Ahí hubo una trastienda de un racismo doloroso, confuso e injusto”, relató la reciente campeona en Australia en ‘Time’.
Con 33 años, Indian Wells, en el desierto de Palm Springs, un refugio de millonarios californianos de tez eminentemente blanca, se prepara para recibir con un gran aplauso a la chica que catorce años antes se marchó de allí con el corazón roto. Serena vuelve.