Wawrinka, feliz tras ganar Roland Garros
PARÍS (AP) -- Stanislas Wawrinka ignoró las llamadas de felicitación de Roger Federer, ahora que ha ganados dos títulos de Grand Slam.
Bueno, así no fue cómo exactamente sucedieron las cosas. Pero Wawrinka mencionó el lunes, menos de 24 horas después de vencer a Novak Djokovic en la final del Abierto de Francia, que no pudo responderle la llamada a su amigo Federer (y su compañero en la selección suiza en Juegos Olímpicos y Copa Davis) porque le tocaba comparecer a una rueda de prensa.
Wawrinka pudo leer un mensaje de texto de Federer.
"Siempre se pone contento conmigo. Es pura felicidad", señaló Wawrinka. "Siempre me está apoyando. Se alegra cuando gano".
Por muchos años, Wawrinka estuvo a la sombra de Federer, un jugador que merodeaba el Top 20 que de vez en cuando un torneo de menor categoría o alcanzaba los cuartos de final de un grande. Federer, en cambio, se floreaba en la cima del ranking y se convertía en el jugador con más títulos de Grand Slam en la historia.
Los dos se adjudicaron el oro olímpico en dobles de los Juegos de Beijing 2008, y luego le dieron a Suiza su primer título de la Davis en noviembre.
Esas victorias estimularon a Wawrinka. También la influencia de su entrenador Magnus Norman, el subcampeón del Abierto de Francia 2000.
Después de la primera práctica, en 2013, se sentaron para determinar el calendario de torneos en los que el sueco Norman podría acompañar a Wawrinka. Norman mencionó la Copa Masters, el certamen de fin de temporada en el que compiten los ocho mejores jugadores del año.
Wawrinka ni siquiera asomaba entre los 15 primeros del mundo en ese momento.
"`¿Qué? Yo ahí?'", contó Wawrinka el lunes.
Por supuesto, Wawrinka acabó clasificándose a Londres.
"Algunos entrenadores tratan de darte confianza, de empujarte todo el tiempo, te dicen que eres un grande, que esta es una pelea de boxeo y que le vas a pegar duro a tu oponente", dijo Wawrinka, de 30 años. "Él solo trata de señalarme los pequeños detalles que marcan la gran diferencia".
Norman trabajó en mejorar algunas facetas del juego de Wawrinka, como su derecha. En lo que no metió mano fue con el revés de una mano, uno de los tiros más virtuosos del circuito.
La sociedad rindió dividendos. Wawrinka avanzó a su primera semifinal de un grande en el US Open de 2013 y conquistó su título de un Slam en el Abierto de Australia 2014.
Acto seguido, Wawrinka acudió al Abierto de Francia 2014 y se despidió en la primera ronda.
"Nos comimos una hamburguesa en McDonald's", recordó Norman.
Esta vez, se quedaron hasta el final del torneo. Para celebrar la victoria, disfrutaron una tranquila cena en el hotel junto a familiares y amigos.
"No me sentía capaz de ganar Roland Garros", señaló Wawrinka. "Ahora que lo he logrado, puedo decir que soy capaz de hacerlo".
Al día siguiente, todo parecía un poco surreal para el tenista que se le conoce como "Stan the Man".
Se tomará un días de descanso en casa antes de dirigirse para el torneo de Queen's Club, iniciando su temporada en césped. Wimbledon arranca el 29 de junio.
"Eso es lo bueno y malo en el tenis. Lo bueno es que cuando pierdes, en la siguiente semana tienes una nueva oportunidad para reivindicarte y ganar", dijo Wawrinka. "Pero cuando se gana, no tienes mucho tiempo para disfrutarlo porque hay que prepararse para el siguiente torneo".
Pase lo que pase en el próximo torneo, y los que sigan, Wawrinka podrá presumir por siempre que ha ganado dos cetros de Grand Slam.
"Es extraño decirlo, el encontrarme en esa categoría", indicó Wawrinka. "Es una sensación extraña, pero bonita".