Los legionarios no son inmortales, hay de donde escoger
Panamá quiere ir a Rusia 2018, pero para esto hay que hacer muchas cosas, entre estas, darle oportunidad a la sangre joven. Es ridículo creer que nuestros titulares van a tomar un tratamiento para no ponerse viejos y lentos. Es cierto, la experiencia… la vendita experiencia que siempre se habla, pero cuando se necesita está de vacaciones en el onceno criollo. O sino recordemos el 15 de octubre del 2013 contra los “gringos”; ese día fue uno de esos donde lo que faltó fue experiencia, Penedo no podía hacerlo todo.
Mucho se ha dicho de las incorporaciones de los mundialistas Sub-20 (ellos si han ido a varios mundiales) en el plantel del ‘Bolillo’ Gómez. Falta de experiencia y bla!, bla! bla!. Pero pregunto: ¿por algo están en el Mundial de Nueva Zelanda no? A lo que me refiero es que no podemos encasillarnos con el hecho de que como Blas, Tejada, Baloy y Gavilán no hay otros. Es cierto, por ser chicos los juveniles no tienen el conocimiento necesario, pero por que no pensar en el futuro, más que en el presente sufrido que tiene la selección de Panamá. Y ¿qué pasa si el “Bolillo” no nos lleva al Mundial? Contratamos a otro técnico y le damos a los mismos de siempre. Decía uno del cuerpo técnico del colombiano que no había de dónde escoger; y por eso se formó un ‘trepaquesube’. ¡Ey! Tenemos mundialistas Sub-17, mundialistas Sub-20; que son el futuro. A veces para cosechar hay primero que hacer una buena siembra y esperar mucho para ver los frutos. Pero no podemos meternos en la mente que las semillas que hasta ahora no han dado frutos, lo den en unos meses.
Los juveniles se pierden porque no les dan la oportunidad en la selección mayor. Es más fácil para un chico en plena pubertad responder al llamado de su novia que lo espera en su casa con una faldita ligera, que ir a entrenar si ni siquiera es tomado en cuenta para el equipo mayor. Es ahí donde se pierden los mundialistas panameños.
Por: Laureano Barría