Doce condenados a muerte por los atentados de julio en Xinjiang

China condenó este lunes a doce personas a muerte y dejó en suspenso otras quince penas capitales por los atentados del pasado julio en la región de Xianjiang, anunció la 'web' oficialista Tianshan.

En los ataques, producidos el pasado 28 de julio contra una comisaría y unas oficinas gubernamentales, murieron 37 civiles y 59 "terroristas", mientras que otras 13 personas fueron heridas, siempre según la versión oficial. Este incidente es el más violento desde los disturbios que se produjeron en 2009 en la capital regional, Urumqi, en los que se enfrentaron la mayoría étnica de los Han y la minoría Uigur -la más numerosa de la región-, que dejó cerca de 200 muertos.

El tribunal ha condenado a cadena perpetua a otras nueve personas y sentenciado a 20 años de prisión a 20 más, según el sitio 'web'. Los exiliados Uigur han puesto en duda la versión del Gobierno chino sobre lo ocurrido en julio y lo han acusado de provocar una cantidad innecesaria de muertos por el uso de metralletas y francotiradores.

En Xinjiang el acceso a la información se encuentra estrictamente controlado por las autoridades y los informes que se difunden raramente pueden ser verificados de forma independiente.

Recientemente, Pekín ha culpado a los separatistas de Xianjian de una serie de ataques violentos. Mientras, varios grupos de defensa de los derechos humanos acusan al gobierno chino de reprimir a esta minoría de religión musulmana y lo señalan como responsable de la creciente inestabilidad en esta región fronteriza con los países de Asia central.