70 trabajadores sanitarios cuidaron a Duncan

Retiraron su sangre, le metieron tubos por la garganta y limpiaron su diarrea. Analizaron su orina y limpiaron la saliva de sus labios, incluso después de perder la consciencia.

Unos 70 miembros del personal del hospital Presbyterian de Texas estuvieron implicados en el cuidado de Thomas Eric Duncan tras su hospitalización, incluyendo una enfermera que ahora está siendo tratada por el mismo virus del ébola que mató al liberiano de visita en Dallas, según los registros médicos que su familia proporcionó a la Associated Press.

El tamaño del equipo médico refleja los intensos esfuerzos del hospital para salvar la vida de Duncan, pero sugiere también que muchas otras personas pudieron estar expuestas al virus durante el tiempo de Duncan pasó en la unidad de aislamiento.

El lunes, el director de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) dijo que el contagio de la enfermera supone que la agencia debe ampliar el rango de gente que está siendo controlada. Las autoridades han dicho que no saben cómo se infectó la enfermera, pero sospechan que a raíz de algún tipo de brecha en el protocolo del hospital.

Los registros médicos en manos de la AP ofrecen pistas, tanto de lo que pasó como de quién estuvo implicado, pero el hospital dijo que el CDC no los tiene.

Una portavoz del CDC dijo que la agencia revise los revisó los registros médicos con el equipo que atendió a Duncan y concluyó que los documentos no eran de ayuda en la identificación que quiénes habían interactuado directamente con el paciente.

"Esto no es algo con lo que nos podamos permitir experimentar. Tenemos que hacer esto bien", dijo Ruth McDermott-Levy, que dirige el Centro de Salud Global y Pública en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Villanova.

Hasta ahora, el CDC ha estado vigilando activamente a 48 personas que podrían haber estado en contacto con Duncan después de que cayese enfermo pero antes de ser puesto en aislamiento. Entre ellos hay 10 que se sabe que tuvieron contacto con él y otras 38 que podrían haberlo tenido, incluyendo la gente con la que vivía y profesionales sanitarios que lo atendieron durante su primera visita a urgencias, tras la cual fue enviado a casa. Ninguno de ellos está enfermo.

El CDC no ha establecido todavía el número concreto de trabajadores sanitarios que tuvieron contacto con el paciente.

"Si este individuo se infectó y no sabemos cómodentro de la unidad de aislamiento, entonces es posible que otros individuos puedan haberse infectado también", dijo el médico Tom Frieden, director del CDC. "Hoy no tenemos un número de personas expuestas o trabajadores sanitarios potencialmente expuestos. Creemos que es un número relativamente grande".

Los cuidadores que empezaron a tratar a Duncan luego de que diese positivo por ébola están siguiendo un "régimen de autovigilancia" por el que se les pide que se tomen la temperatura regularmente y reporten cualquier síntoma. Pero no están considerados como de alto riesgo.

Normalmente, las enfermeras, médicos y técnicos que atienden de un paciente con una enfermedad contagiosa en aislamiento tratan además a otra gente, y se van a casa con sus familias tras seguir el protocolo de descontaminación. El hospital rechazó responder preguntas sobre sus tareas específicas.

Las más de 1.400 páginas de registros médicos muestran que enfermeras, médicos y otros empleados del hospital vistieron máscaras faciales, trajes dobles, calzado de protección e incluso trajes contra materiales peligrosos para evitar tocar cualquier fluido corporal de Duncan. El ébola se transmite a través de esos fluidos, normalmente sangre, heces y vómito. El virus se ha detectado también en orina, semen y leche materna, y podría estar en saliva y lágrimas.

Funcionarios del CDC dijeron que hubo grietas en esa protección en el Texas Presbyterian, pero no las identificaron y están siendo investigadas.

No estaba claro en los registros en manos de AP cuántos de los aproximadamente 70 individuos implicados en el cuidado de Duncan entraron en contacto directo con sus fluidos corporales. En el día de su fallecimiento, los documentos indican que al menos nueve cuidadores entraron y salieron de su habitación.