¿Adiós a la Corrupción?

¿Adiós a la Corrupción?
¿Adiós a la Corrupción? / TVN Noticias
19 de mayo 2016 - 17:41

Hecha la ley hecha la trampa, viejo adagio que se le atribuye a los enemigos de la honestidad y que en materia de corrupción de servidores públicos parece ser el primer mandamiento de quien quiera quedarse con una tajada de los recursos del estado que se usan para cualquier proyecto, no solo de construcción sino en cualquier compra que haga el gobierno.

Panamá acaba de reformar la ley de contrataciones públicas (de nuevo) buscando mayor transparencia y tratando de blindar los actos públicos de corrupción. Esta ley fue reformada varias veces en el gobierno anterior haciéndola flexible y aunque la propuesta nueva es buena, los grupos de “transparencia” y “sociedad civil” no han ocultado su inconformidad al no incluir una cláusula que proscribiera a las empresas que en el algún lugar del mundo estuvieran sentenciadas por corrupción.

No es un secreto que la cláusula tiene nombre y apellido buscando dejar por fuera a la poderosa constructora Norberto Odebrecht de Brasil, que ejecuta las obras más importantes de el país en este momento, y cuyo presidente está detenido en su país por el caso Lava Jato, y aunque hay apelaciones pendientes, Marcelo Odebrecht ha anunciado que podría dar nombres a la justicia de su país de las personas que recibieron pagos, revelaciones que podrían llegar a Panamá.

Preocupante es que algunos sectores busquen cláusulas excluyentes para eliminar posibles competidores y allanarse el camino y tener la comodidad de competir por contratos en condiciones ventajosas y en las que los mismos de siempre construyan las grandes obras. También hay que cuidarse de los advenedizos que quieren entran a las grandes ligas y la camisa les queda grande y no tienen la capacidad para terminar.

Sorprende un poco que no se mencionen otras empresas en la discusión, en la que no se debe incluir solo a las acusadas de corrupción sino también a las que han quedado mal en otros países con grandes atrasos en las obras y sobrecostos sospechosos que rayan en la corrupción aunque no haya investigación fuerte ni sentenciados.

En ingeniería pasan dos cosas siempre, los proyectos van a costar más y van a demorar más. El ejemplo de la ampliación del canal es uno de ellos, el atraso de más de un año, y entre sus principales constructores está Sacyr, implicada en varios escándalos en España, además de atrasos y sobrecostos se sabe que su presidente donó medio millón de euros al PP y al final no se investigó porque prescribió.

Odebrecht hizo el proyecto Curundú y las Cintas costeras, la línea 1 del metro, arregló el Casco Viejo y ensanchó la Cincuentenario en Panamá Viejo y es la empresa con mayor dinero contratado con el estado en este momento y construye la línea 2, Renovación Colón y la línea de transmisión eléctrica.

La ciudad hospitalaria que tuvo un lío con el cambio de material en las paredes, y las rotondas de la via Brasil que ninguna resuelve el caos vehicular fueron construidas por la española FCC que está envuelta en escándalos de corrupción en España, su presidente fue detenido por pagar sobornos y son los mismos que hicieron el edificio del Tribunal Electoral y parte de la ampliación del canal de Panamá además de socios de Odebrecht en las líneas 1 y 2 del metro.

En el mundo hay decenas de escándalos que involucran a empresas prestigiosas, la norteamericana Bechtel que se ha quejado al no ganar licitaciones en Panamá era la responsable del diseño y construcción de el “Big Dig” que resolvería el tranque en Bostón y que costó 12 mil millones de dólares en vez de los 2 mil que se propuso al inicio. El contrato se dividió en empresas mas pequeñas y entre esas esta Skanska que construyó la hidoreléctrica de Estí y que se investiga en Argentina por coimas para adjudicarse gasoductos.

La Constructora Meco de Costa Rica, ejecuta obras en Panamá y hace un par de años se cuestionó duramente al alcalde de San José y después candidato presidencial por viajar en el jet privado de la empresa que era el principal proveedor del municipio josefino.

El estado panameño acaba de renegociar con Finmecanicca el tema de los radares, con nuevos directivos de la empresa en la que el gobierno italiano tiene participación, o sea que Finmecanica antes era corrupta y ahora no porque los directivos son otros, algo así como que las corruptas son las personas y no las empresas.

Una precalificación de empresas por su record de corrupción, ejecución de obras y salud financiera no debe ser el escudo para dejar en carrera solo a los amigos de los gobiernos de turno. La corrupción de millones es tan grave como la secretaria de un cliente que te pide le colabores comprando boletos de un happy hour al que no vas a ir pero sabes que si no lo compras no sale el cheque.

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