Madres adolescentes, entre las oportunidades y los desafíos

Embarazos en Adolescentes

*La Comarca Ngäbe Buglé, Panamá Este y Bocas del Toro, son las regiones con las más altas tasas de fecundidad en adolescentes.

Madres adolescentes, ¿Qué hay después? / Tereza Espinoza

Dejar atrás la infancia para asumir la responsabilidad de ser madres a temprana edad, es la realidad de miles de adolescentes que hoy buscan oportunidades de superación en un país donde la pobreza tiene cara de mujer.

Anita (nombre ficticio), es una de las 30 madres adolescentes que asisten al Centro Las Claras ubicado en Felipillo, para continuar con su educación media, sacar un bachillerato que le permita optar por una carreta universitaria mientras su bebé recibe cuidados y estimulación, algo que no creía posible cuando quedó embarazada a sus 15 años.

A la edad de las primaveras, Anita, entre dudas, miedos y muchas preguntas sobre su futuro, le hizo frente a la responsabilidad de ser madre, pero con el deseo de continuar con sus estudios, algo que no sería fácil. Y es que, entre los comentarios de compañeros, profesores y tener que cuidar de su hijo, las esperanzas se iban apagando.

“Fue muy fuerte, sentí que la vida se me pasaba rápido, sentí que todo se acababa para mí, ya las cosas que hacen los jóvenes a esa edad no eran para mí”, manifestó recordando cómo fue cuando se enteró de su embarazo.

Claramente nerviosa, jugueteando con un anillo en su dedo, Anita, contó que, aunque tenía conocimientos de algunos métodos anticonceptivos, hacía falta tener más información sobre cómo cuidarte, algo que no obtuvo ni en su escuela, ni de parte de sus padres, pues los adultos hablan poco y muy por encima sobre el sexo.

El embarazo en adolescentes es una realidad que golpea al país y su abordaje debe ser multifacético. Panamá registra una tasa de fecundidad en adolescentes de 20%, según datos del Ministerio de Salud. Para el 2021, 52 de cada 1,000 adolescentes se convirtieron en madres.

De acuerdo con Jennifer Delgado, directora Ejecutiva de Asociación Panameña para el Planeamiento de la Familia (APLAFA), la situación de embarazos en adolescentes en el país tiene muchas aristas que deben ser analizadas, desde la cantidad de niñas y adolescentes embarazadas, como los nacimientos vivos que no suelen ser la misma cantidad, así como la procedencia de las menores y la accesibilidad al sistema de salud.

Comentó que, en el 2018, la tasa de fecundidad para adolescentes en el país era de 73 por cada 1,000, cuando la tasa regional era de 63, superando el país con creces la media regional y mundial. Sin embargo, para el 2021, hay que reconocer que esto bajó significativamente, en ese entonces la tasa fue de 52 adolescentes embarazadas por cada 1,000.

Indicó que las niñas y adolescentes más vulnerables son aquellas que proceden de áreas apartadas y zonas indígenas. Por ejemplo, la Comarca Ngäbe Buglé constituye el 40% de los embarazos en adolescentes, le sigue Panamá Este con 38.4% y Bocas del Toro con 35.7%.

Educación

La maternidad temprana, en la mayoría de los casos evita que las niñas finalicen sus estudios, la discriminación que sufren las hacen desertar, haciéndolas más vulnerables.

En ese sentido, Anita contó que cuando estuvo embarazada y asistía a la escuela tuvo que escuchar comentarios de hirientes de sus compañeras, y hasta docentes que no comprendían que en su estado tenían algunas necesidades. Además, dijo que cuando en la escuela se enteran que del embarazo quieren enviar a la madre o al padre para la nocturna por que los consideran adultos.

Esto fue confirmado por el director de Servicios Psicoeducativos del Ministerio de Educación (Meduca), Vadim Moreno, quien aseguró que algunas jóvenes se han acercado exponiendo la situación y lo que se ha tratado es de concientizar a toda la comunidad educativa de que, si bien es cierto que hay una situación particular, deben ayudar a estas niñas a culminar sus estudios.

De acuerdo con datos estadísticos del Meduca, en el 2022, dentro del sistema se registraron 1,102 embarazos, de esas, 116 eran niñas que aún no culminaban la primaria, algo realmente alarmante.

No obstante, Moreno aclara que esto es solo un subregistro, ya que, muchas jóvenes abandonan las escuelas sin dar ningún tipo de información y luego se enteran que lo hicieron porque estaban embarazadas. Agregó que, cuando esto sucede realizan una gira al hogar de la menor en compañía de psicólogos y trabajadores sociales para ayudarlas a reinsertarse a la escuela.

Noelia (nombre ficticio), es otra de las jóvenes que asiste al Centro Las Claras, recibir la noticia de su embarazo a su corta edad fue impactante, y la hizo reflexionar sobre su futuro,

“Sentí que el mundo se me había venido abajo, decepcionada, con miedo, dudas de qué será de mí en un futuro sin estudio, no tengo un trabajo no sabía qué iba a ser si no había estudiado”, expresó Noelia.

Continuó recordando que otras de las cosas en la que pensó fue

“Qué voy a hacer yo para mantener a esa niña, cómo le voy a dar lo que necesita”

Abuso Sexual

Cuando hablamos de embarazos en menores, no podemos olvidar aquellas que vieron truncada su infancia producto de un abuso sexual. Hasta el 30 de junio, unas 987 denuncias por acceso sexual con personas mayores de 14 años y menores de 18 años fueron presentadas en el Ministerio Público.

 De acuerdo con el doctor en derecho penal Gustavo Bailey, aunque la relación entre una menor y una persona mayor de edad sea con consentimiento, se trata de un delito que es pagado con muchos años de cárcel. Añadió que el Ministerio Público como institución de coerción también juega un papel importante en la prevención del delito, pero eso no se está haciendo.

Marisín Reina, presidenta de la fundación Ofrece Un Hogar, que en su programa María Guadalupe acoge a menores en riesgo social que fueron abusadas y quedaron embarazadas, asegura que la mayoría vienen de hogares disfuncionales, donde se repite el ciclo de la madre que tuvo una hija producto de una violación o una relación violenta, y eso es difícil de romper.

Reina indicó que las chicas llegan al hogar referidas por la Secretaría Nacional de la Niñez, Adolescencia y Familia (Senniaf), permanecen en el sitio durante el embarazo donde reciben atención psicológica, espiritual, académica y de salud.

También se les enseña a hacer tembleques, bolsos, y otras manualidades con las que ellas pueden participar en ferias, hacer sus ventas y ahorrar el dinero. Además de herramientas para generar ingresos económicos.

En el 2021, se instaló el Concejo Nacional de Atención a Madres Adolescentes bajo el paraguas del Ministerio de Desarrollo Social, como una estrategia de prevención y atención al embarazo en niñas y adolescentes. Aunque solicitamos entrevistas en reiteradas veces para conocer la ejecutoria hasta el cierre de la nota no recibimos respuestas.

De acuerdo con el informe de Consecuencias Socioeconómicas de Embarazos en Adolescentes en Panamá, para el 2019 solo 11% de las adolescentes embarazadas pudieron obtener un título universitario.

Es sabido que las mujeres que llevan el peso del hogar, por ello, es importante que se creen programas educativos y de acompañamiento para que estas jóvenes puedan culminar sus estudios, acceder a un trabajo y romper con el ciclo de la pobreza. 

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