Campaña prodracma desestabiliza incómoda alianza de Grecia
El primer ministro griego convocó a una votación en su partido de izquierda Syriza para marginar a los miembros que se oponen a todo acuerdo de rescate financiero con los acreedores internacionales.
En una alocución el jueves en el órgano de decisión de 200 miembros, Alexis Tsipras dijo que la votación del domingo decidirá si Grecia estaría mejor sin un acuerdo de rescate como propugna la línea dura del partido.
Equiparó la votación a "poner de nuevo el percutor en la granada de mano" e instó a sofocar el conflicto causado por los disidentes que amenazan dividir el partido. Asimismo suscitó especulaciones de que podría haber elecciones nacionales dentro de algunos meses.
En una votación hace tres semanas, casi la cuarta parte de los legisladores de Syriza se negaron a apoyar nuevas medidas de austeridad exigidas por los acreedores como requisito para extender un nuevo rescate financiero.
El jueves está previsto que lleguen a Atenas los principales negociadores de los acreedores de Grecia. Allí intensificarán una nueva ronda de conversaciones sobre el tercer gran paquete de rescate, después de que Atenas y sus acreedores de la eurozona lucharan agriamente para alcanzar un compromiso.
Pero Tsipras tiene una prioridad más urgente. Tendrá que luchar para conservar el control de Syriza y enfrentar a los disidentes que creen que la izquierda ha abandonado sus principios en los últimos seis meses bajo el mando del popular primer ministro.
La incertidumbre ha renovado las dudas sobre si Grecia puede —o debe— soportar dos años más de austeridad y políticas de rescate que han golpeado a su economía, así como a los partidos políticos que las impusieron.
"Tsipras no tiene muchas opciones", señaló Dimitri A. Sotiropoulos, profesor asociado de ciencias políticas en la Universidad de Atenas, que ve unas elecciones anticipadas en noviembre como una sólida posibilidad.
"Una es fortalecer su posición en su partido (...) pero no es aficionado a buscar confrontación", comentó. "La otra es convocar elecciones anticipadas. El momento es clave: tendría que ser después de concluir las conversaciones del rescate, pero antes de que puedan reagruparse los partidos de oposición".
Hace tres semanas, Tsipras se quedó en la práctica sin mayoría parlamentaria cuando casi una cuarta parte de sus diputados se negaron a respaldar las nuevas medidas de austeridad. El apoyo de los partidos opositores proeuropeos salvó la propuesta.
Y desde entonces, los inconformes de ultraizquierda se han mostrado más desafiantes.
Panagiotis Lafazanis, destituido hace poco de su puesto como ministro de Energía en una reforma del gabinete, pidió a gobierno y al país que se preparen para reinstaurar una moneda nacional.
"A diferencia de toda la oscura propaganda, una salida del euro no sería un desastre", dijo esta semana ante entusiastas partidarios, que abarrotaron un teatro de Atenas para celebrar cinco años desde el lanzamiento de su sitio web político "Iskra", un nombre inspirado en el diario clandestino bolchevique que dirigió en su día Vladimir Lenin.