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Este inconveniente, que suele generar frustración, puede deberse a diversos factores, desde la falta de almacenamiento hasta errores en el sistema operativo o incluso la presencia de software malicioso.
Aunque este problema es más común en dispositivos con varios años de uso, también puede presentarse en modelos recientes debido a configuraciones incorrectas o la acumulación de procesos en segundo plano. A continuación, se analizan las principales causas de la lentitud en los celulares y las soluciones más efectivas para optimizar su funcionamiento.
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La memoria RAM es fundamental para el rendimiento del celular, ya que permite ejecutar múltiples aplicaciones de manera simultánea. Si el dispositivo tiene mucha carga de trabajo, es posible que las apps tarden más en abrirse o se cierren inesperadamente.
Cuando el espacio de almacenamiento se encuentra casi lleno, el sistema operativo tiene dificultades para gestionar archivos temporales y ejecutar aplicaciones de manera eficiente.
Las actualizaciones no solo añaden funciones nuevas, sino que también corrigen errores y mejoran el rendimiento. Si una app no está actualizada, puede generar conflictos con el sistema operativo y tardar más en abrirse.
Algunas aplicaciones, como las de redes sociales o mensajería, continúan funcionando en segundo plano, consumiendo memoria y batería sin que el usuario lo note.
Si el teléfono sigue funcionando lento a pesar de aplicar todas las soluciones anteriores, es posible que haya un problema más grave, como la presencia de software malicioso o archivos corruptos en el sistema.
El bajo rendimiento al abrir aplicaciones puede ser un problema molesto, pero en la mayoría de los casos tiene solución. Liberar memoria RAM, eliminar archivos innecesarios y mantener el sistema actualizado son acciones clave para que el celular vuelva a funcionar con normalidad. Sin embargo, si el problema persiste, un restablecimiento de fábrica puede ser la mejor alternativa para recuperar su velocidad original.