Decenas de miles de linternas sobrevuelan Tailandia en el festival Yi Peng
Decenas de miles de linternas volantes inundaron hoy el cielo de la ciudad de Chiang Mai, en el norte de Tailandia, para pedir buena suerte con motivo de la celebración del festival de la segunda luna llena o Yi Peng.
Esta celebración, que hunde sus raíces en el antiguo reino de Lanna (siglos XIII-XVIII de nuestra era), se celebra en el segundo mes lunar según el calendario lanna y coincide con el Loy Krathong, festival que rinde homenaje a Buda y la diosa del río.
Los farolillos volantes, fabricados usualmente con papel de arroz y alimentados con el fuego de una vela o un pequeño depósito de combustible, llena el cielo de luceros, al tiempo que interrumpe temporalmente el tráfico aéreo.
Un total de 78 vuelos, incluidos 20 internacionales, hacia y desde el aeropuerto de Chiang Mai han sido cancelados entre hoy y el sábado para evitar colisiones con las linternas aéreas.
La española Vanessa Vendrell señaló a Efe que Chiang Mai es muy bonita, por lo que aprovechó que tenía lugar el festival para visitarla.
"Nos hemos juntado tres amigas y hemos quedado para venir. Una vive en Japón, la otra en Londres y yo en España", dijo la asturiana de 31 años.
Además del Yi Peng, el Loy Krathong se celebra en Chiang Mai y en el resto de Tailandia con la colocación en ríos y canales de cestas flotantes con velas y adornos florales para deshacerse de la mala suerte.
Los "krathongs" (cestas flotantes) se elaboran tradicionalmente con troncos de palma y hojas de plátano, pero hace varios años empezaron a surgir también otras que incluyen materiales no biodegradables.
Aunque las autoridades han conseguido reducir en gran medida el número de las ofrendas artificiales y se esmeran en recoger las cestas al final de la ceremonia, parte de ellas se pierde en las aguas y las contaminan.
El año pasado, 600.000 cestas fueron recogidas del río Chao Phraya y varios canales solo en Bangkok al final del festival, según el diario Bangkok Post.
Además, este año el Gobierno militar ha prohibido el uso de fuegos artificiales o petardos y los infractores pueden ser condenados a hasta tres años de prisión y/o una multa de hasta 60.000 bat (unos 1.800 dólares).