El EGO, un vivero de talento sobre la pasarela madrileña
En Samsung Ego se han dado cita los diseñadores emergentes, un vivero de talento que, sin apenas recursos, mostraron hoy en la pasarela madrileña originales, potentes y atractivas creaciones que refrescan y enriquecen la 64 edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid.
Querer es poder. Idea que está presente en la mayoría de las colección de estos creadores que llegan al SamsungEGO, un escenario del que han salido firmas como María Ke Fisherman, Luke Leandro Cano o ManéMané, con pocos recursos y muchas ganas.
La jornada arrancó con el desfile de Abrahamsson, firma ganadora del Samsung Ego Innovation Project, que mostró una colección de vestidos, body-camisas y pantalones-bota que se pudo ver en modelos reales y virtuales.
Ilusionada y con gran inquietud, Sol Ferrandiz, a los mandos de la firma Ferrandiz, ha traído a este vivero de creaciones una colección intimista, "inspirada en mi padre y mi abuelo", contó a Efe.
La cerámica, los bordados y el esparto, materiales típicos de su pueblo natal, han sido los pilares de su propuesta, en la que han brillado las piezas de lana tejida a mano que parecen fieltro.
Mario Coello presentó una colección que tiene como pretexto "crear ilusiones sobre la figura humana", explica este joven diseñador que se confiesa admirador de Balenciaga.
Su intención no ha sido crear prendas románticas, pero el resultado ha sido una colección dulce que se sostienen sobre organza de seda, seda y organdí, en tonos pastel, como el rosa, el verde agua y el beige.
A Euphemio Fernández, de 26 años, le gusta diseñar prendas sin género. "He apostado por una colección unisex y atemporal", contó el creador quien presentó piezas estampadas con versos de poemas que escribió su abuelo a su abuela.
Una de las prendas más importante del este diseñador ha sido una chaqueta verde botella ceñida a la cintura mangas realzadas con frunces superpuestos, diseño que se ha codeado con jerséis de punto, algunos tratados con látex "para conseguir un aspecto más rígido".
Con mucha energía llega Xevi Fernández que despliega sobre la pasarela madrileña una serie de prendas que expresan libertad, confeccionadas en látex en diferentes grosores, así como cazadoras en piel tratada. "En esta ocasión, he investigado más los tejidos", revela Fernández.
Franx de Cristal y Xavi García, forman el dúo 44 Studio, firma que se enfrenta a su despedida en el Ego, después de tres ediciones consecutivas. Quizá por eso el nombre de su colección, "Nómadas", contiene ese destino cambiante y viajero al que ahora se enfrentan.
Una evolución de la que son conscientes, pero en la que les invade "el vértigo".
Es la edición en la que más nerviosos estamos, "¿qué hacer ahora?", se pregunta García, que ve en la internacionalización de la firma su destino más inmediato.
En este último viaje en Ego presentan prendas de "poco peso, reversibles y que se desmontan", para transformarse y parecer otras, con la intención de llevar una maleta ligera, que permita viajes constantes y se adapte a los "cambios de estación".
Víctor Nouman y Eugenio Fernández, dúo creativo de la firma Nouman, llevaron al escenario una colección lineal y conceptual. "La colección tiene un aire muy fresco con prendas perforadas y mangas que se alargan deformando la silueta", dicen estos diseñadores que también son arquitectos.
Una nueva historia en la tercera colección de Elena Rial que hecho hincapié en la cultura de los amish. "Me he inspirado en el momento en que los adolescentes amish puede salir de su comunidad y explorar la ciudad, un periodo de tiempo en que las dos culturas conviven", dijo la diseñadora.
Este momento, lo traduce en una bonita colección de vestidos bordados y estampados a manos con escenas que recrean pájaros, sirenas y flores.
Después, el ingenio creativo de Habey va de la mano de Javier Zunzunegui y David Salvador que presentan por primera vez en Ego una colección en la que han contado con Ana Locking como mentora.
Holanda, su colorido y sus emblemáticos tulipanes han sido la inspiración de una colección mixta, hombre-mujer, en la que ha reflejado la tradición de los típicos delantales del traje regional holandés, aplicándolos en faldas y pantalones en neopreno, piqué elástico, punto y algodón con mucho color.
Si la firma Albec Bunsen, dirigida por Albert Gracia, defendió "una moda con mensaje" en la que tienen cabida tejidos y sastrería clásica en tonos rosas y gris, la ucraniana Anna K se decantó por prendas coquetas.