La técnica Mindful Eating, una alternativa para olvidar las dietas

Foto ilustrativa de pixabay
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Tereza Espinoza - Periodista
09 de agosto 2019 - 09:27

¿Eres esclavo de las dietas y no logras resultados?

Durante años, nos han vendido la idea de que debemos llevar una dieta rigurosa y alta actividad física para obtener el cuerpo que soñamos, pero ¿qué tan cierto es esto?

En los últimos años en Panamá y América Latina se ha comenzado a hablar de una técnica amigable, saludable y con resultados positivos para mejorar nuestra forma de vernos y sentirnos; hablamos del Mindful Eating.

La revista de salud y bienestar, Webconsultas, señala que el Mindful Eating tiene sus orígenes en la filosofía budista de vivir en el presente sin que la mente se despiste en otras cuestiones, pero esta vez aplicado a la comida.

La misma consiste en aplicar técnicas psicológicas y nutricionistas para, primero cambiar el pensamiento de las personas en cuanto a la comida, las dietas y el peso corporal. Una vez logrado esto, la persona estará lista para iniciar un estilo de vida que perdurará en el tiempo.

Para la nutricionista certificada en la técnica Mindful Eating, Maily Hernández, el fracaso de las dietas radica en que sugieren una alimentación pautada, impuesta y que por lo general prometen una pérdida de peso en cierto tiempo.

Agrega que las personas al ver que no logran los cambios, vuelven a aumentar de peso, experimentan cambios metabólicos, daños psicológicos y pérdida de autoestima.

Sin embargo, explica que esta técnica apela a una alimentación consciente, observando nuestros patrones de ingesta con curiosidad y aceptación.

“Hay que poner atención a nuestras sensaciones corporales, reconocer el hambre emocional de la física para establecer una relación sana y placentera con la comida”, enfatizó Hernández.

¿Hambre emocional y hambre física?

Pocas personas saben diferenciar entre el hambre emocional y la física, y al no conocerlas, no saben separar una de la otra, concentrándolas en un solo pensamiento ‘tengo hambre’, ‘necesito comer’.

Pero, ¿cómo sé cuándo se trata de hambre emocional? La nutricionista Hernández, señala que el hambre emocional proviene de pensamientos repentinos o los llamados antojos, pero que, sobre todo, al finalizar la ingesta nos deja un sentimiento de culpa.

El hambre emocional también se puede identificar cuando la necesidad de comer es urgente, sobre comidas específicas y sentir la satisfacción no es suficiente.

Mientras que el hambre física es aquella que proviene del estómago por la necesidad de adquirir alimentos que sean fuentes de energía y funcionen como combustible para continuar con las actividades diarias.

Para contrarrestar el hambre emocional se aconseja lo siguiente

  • Beber un vaso de agua
  • Respirar profundo
  • Si estás en un espacio cerrado sal a dar un paseo
  • Escuchar música relajante
  • Hablar con alguien por teléfono o hacer una reflexión

El secreto está en ocupar la mente por un espacio de 5 minutos hasta que el deseo repentino desaparezca (Habitualmente)

De igual forma se recomienda hacer un análisis del momento en que el cuerpo tiene estos impulsos repentinos, la hora, el tipo de comida que nos pide, qué estamos haciendo en ese momento, situaciones que nos ponen nerviosos o generan ansiedad.

La nutricionista Hernández, también recomienda identificar cuáles son los pensamientos negativos que se tiene sobre la comida, hacer una lista de ellos y convertirlos en positivos.

En cuanto al hambre física, ésta siempre podrá esperar un poco más, pero igualmente es necesario hacer una relación entre las porciones de comida que se van a ingerir.

Según Hernández, no es necesario consumir alimentos hasta sentirnos completamente llenos, es importante saber identificar cuando nuestro cuerpo está satisfecho y no necesariamente dejar el plato vacío.

Por su parte, Ana Pinzón, paciente de la técnica Mindful Eating, cuenta que durante algún tiempo estuvo sometida a dietas y pese a que lograba resultados, era de forma momentánea, ya que una vez suspendido el régimen de alimentación recuperaba lo que había perdido.

“Esta técnica ha sido de mucha ayuda ya que no me prohíbe comer lo que me gusta, sino que lo consumo en las porciones adecuadas y cuando el cuerpo lo necesita”, asegura Pinzón.

Ella también enfatiza en que se trata de una técnica de aprendizaje y concientización para la vida y no solo de un par de meses.

La técnica Mindful Eating, a pesar de ser usada durante muchos años en países europeos y orientales, en Panamá, a penas se empiezan a dar los primeros pasos de aplicación, y por el momento solo hay 3 personas certificadas en la misma.

Esta técnica es ideal empezarla a aplicar desde la infancia, que es cuando el ser humano adquiere mejor los conocimientos, sin embargo no es una regla escrita en piedra ya que es útil a cualquier edad.

Sin duda alguna, si queremos lograr resultados postergados, sin remordimientos, ni privaciones, satisfaciendo nuestras necesidades de forma saludable, el Mindful Eating es una excelente alternativa y la mejor forma para lograr cambios en nuestro estilo de vida.

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