En la historia de la Iglesia católica, solo dos madres asistieron a la canonización de sus hijos

Este es un privilegio tan escaso que ha sido reservado para un grupo increíblemente reducido.

Antonia Salzano, madre de Carlo Acutis / AFP
Redacción de Show TVN
08 2025 - 17:51

En los más de dos mil años de historia de la Iglesia, el Vaticano ha sido testigo de innumerables ceremonias. Miles de hombres y mujeres han sido elevados a los altares, sellando su legado de fe con el título de santos. Sin embargo, entre la multitud, un tipo de aplauso ha sido casi inexistente: el de una madre celebrando la santidad de su hijo. Este es un privilegio tan escaso que ha sido reservado para un grupo increíblemente reducido: solo dos madres han vivido la emoción de ver a un papa pronunciar el nombre de su hijo para que sea venerado por la Iglesia universal.

Los datos de organizaciones religiosas dan cuenta de que la primera fue Assunta Carlini, madre de Santa María Goretti, quien, en 1950, entre lágrimas de dolor y de orgullo, vio a su hija mártir ser elevada a los altares.

Setenta y cinco años después, le correspondió el turno a Antonia Salzano, madre de Carlo Acutis, vivir ese momento cuando su hijo fue proclamado santo.

Santa María Goretti: Santidad en la niñez

La vida de Santa María Goretti es un testimonio de fe, pureza y perdón que conmovió al mundo. Nacida en 1890 en Corinaldo, Italia, María era una niña de profunda fe y de una inocencia inquebrantable. A los 11 años, su familia vivía en una humilde casa de campo, y en 1902 fue atacada por Alessandro Serenelli, un joven vecino de 20 años que intentó abusar de ella. María, en su firmeza y fe, resistió valientemente, gritando y defendiendo su pureza. En un acto de ira y frustración, Alessandro la apuñaló catorce veces.

Antes de morir, mientras agonizaba en el hospital, María no solo perdonó a su agresor, sino que también expresó su deseo de que él también pudiera llegar al cielo. Este acto de perdón, tan extraordinario en una niña, fue clave para su canonización. El 24 de junio de 1950, el papa Pío XII la canonizó, convirtiéndola en la santa mártir más joven de la historia de la Iglesia católica. En la ceremonia, su madre, Assunta Carlini, estuvo presente, un momento de profunda emoción y un raro consuelo ante el dolor inimaginable que había sufrido.

Assunta Carlini, la madre de Santa María Goretti, también perdonó a Alessandro Serenelli, el asesino de su hija. Su acto de perdón fue tan significativo como el de la propia María Goretti, y se considera una parte fundamental de la historia de santidad de la familia.

La madre de Carlo Acutis saluda a miembros del clero en la canonización de su hijo / AFP

Carlo Acutis: El ciberapóstol de la Eucaristía

Más de medio siglo después, la historia se repitió con Antonia Salzano y su hijo, Carlo Acutis. Nacido en 1991 en Londres, Carlo fue un joven de una fe excepcional que, desde temprana edad, mostró un amor profundo por la Eucaristía y la Virgen María. Lo que distingue a Carlo de otros santos es su habilidad para combinar su devoción con el mundo moderno de la tecnología. Con un talento innato para la informática, creó una base de datos en línea para catalogar todos los milagros eucarísticos del mundo.

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Carlo fue diagnosticado con leucemia fulminante en 2006 y falleció a los 15 años. Su enfermedad progresó rápidamente, y su muerte fue un testimonio de su fe, ofreciendo su sufrimiento por el Papa y la Iglesia. Su legado continuó creciendo tras su muerte, gracias a su trabajo de evangelización en línea. Fue beatificado el 10 de octubre de 2020 y canonizado el domingo 7 de septiembre de 2025. La madre de Carlo, Antonia Salzano, estuvo presente en la ceremonia, un testimonio viviente del amor de una madre que vio a su hijo, el "influencer de Dios", ser elevado a la santidad.

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