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Reinventarnos como sociedad es la asignatura pendiente

El Banco de Pensamientos ante el Coronavirus es un especial digital que recoge las opiniones de diferentes personalidades y profesionales panameños en relación a cómo ven Panamá después de la pandemia. Sus ideas pueden servirte de inspiración para enfrentar la crisis.

Vielka Vásquez de Ávila, profesora universitaria de comunicación social.
Vielka Vásquez de Ávila, profesora universitaria de comunicación social. / Cortesía.
Vielka Vásquez - Profesora de Comunicación Social
20 de mayo 2020 - 16:54

¿Que cada crisis es una oportunidad? ¡Correcto! Es una frase que siempre promuevo y sostengo. La pandemia provocada por el COVID 19 ha llegado al mundo y nos ha tomado a todos por sorpresa provocando una crisis que ha trastocado los cimientos de las estructuras sociales, políticas y económicas.

Sólo bastaron dos meses desde que se anunció la llegada del COVID-19 para que nuestro país se viera invadido por una crisis sanitaria mundial que nos puso a todos patas para arriba. En días tuvimos que internalizar una nueva forma de vida a la que no estábamos acostumbrados que se tradujo en severos confinamientos. Con la frase “quédate en casa” nos invitaron a protegernos unos de otros para sobrevivir, no morir, no enfermar.

Estamos ante un fenómeno sanitario que aún la ciencia no termina de conocer. Todos fuimos atacados, desde el más poderoso país, hasta el más pequeño rincón del planeta, incluyendo dirigentes mundiales.

Poco más de dos meses han transcurrido desde que todo esto arrancó. Las autoridades sanitarias de nuestro país no han cesado de recordarnos lo valioso que resultan medidas higiénicas y sociales adecuadas como lavarse las manos, quedarse en casa y hacer distanciamiento social.

Han sido increíbles solicitudes que no caben en la cabeza de un pueblo acostumbrado a interactuar de cerca, salir de casa con el pretexto del calor o de la celebración de amigos o familias, en especial los fines de semana.

Aquel pueblo alegre, sociable y lleno de entusiasmo ha cambiado de la noche a la mañana. Sin embargo, tengo confianza en el futuro. Somos un pueblo que ha sabido adaptarse, exitosamente, a cualquier situación que la vida nos ha enfrentado. No estamos solos ante este fenómeno que ha irrumpido en nuestra vida. Hoy, cientos de países intentan regresar a la denominada “nueva normalidad”y nosotros en poco, también .

Veo un Panamá buscando una nueva salida, que nos integre como país desde todos los puntos de vista: social, político, económico y sobre todo humano, aspecto que a veces siento que estábamos perdiendo.

Los panameños hemos demostrado que por todos los tropiezos que hemos pasado, logramos salir adelante. Si algo nos distingue es lo adaptables que somos y la creatividad que tenemos para buscar salidas que nos ayuden a seguir adelante. Somos un pueblo entusiasta y optimista.

Sin embargo, me muestro pesimista ante la clase política que no ha dejado de desaprovechar cualquier oportunidad para hacer un perfil electoral basándose en esta desgracia. Valoro la forma de enfrentar la crisis del sector educativo que contra viento y marea se montaron en el barco de la educación virtual, misma que marca el futuro para educar a las nuevas generaciones. Como docente considero, convencida, que este ha sido el más grande logro de esta crisis. Será la educación a la que le tocará galopar rumbo hacía un nuevo país. Pero deberá ser inclusiva, moderna y actualizada.

Mi visión me indica que nos tendremos que reinventar en materia de salud personal y comunitaria. Estamos aprendiendo lo importante de protegernos y hacerlo a su vez con lo seres que amamos. Aprendemos la importancia de tener un país que cuente con un buen servicio de salud con más y mejores servicios sanitarios en todos los confines del territorio nacional.

Quiero pensar que una de las secuelas de este tiempo de COVID-19 será un pueblo más solidario y menos ruidoso, menos propenso a dejamos llevar por el impulso de informar desinformando sintiéndonos que tenemos derecho a decir, públicamente, lo que pensamos desvalorando el derecho del otro.

Habrán momentos difíciles, en especial para las personas que perdieron seres queridos y para otras, que lo perdieron todo empezando por sus ingresos. Tendremos que descubrir nuevas maneras de hacer negocios, practicar un poco más el emprendedurismo para generar proyectos que nos ayuden a mejorar nuestra vida, tema que es urgente se incluya en las currículas escolares.

La educación ha tenido un papel importante en esta coyuntura que va a favorecer la forma de enseñar con visión de futuro. Ella, en todos los niveles, ha tenido que readaptarse y actualizarse a la virtualidad. Lo anterior ya es una ganancia porque nos hemos adelantado al futuro y las generaciones que vienen nos lo agradecerán.

En fin, reinventarnos como pueblo y sociedad es la asignatura pendiente después de la pandemia. Pero ese reinvento debe venir de la mano de la creatividad. Y para eso, somos buenos. La crisis está aquí y nos está dando la oportunidad de cambiar y convertirnos en una sociedad más justa, equitativa y más humana desde todo punto de vista en especial de lo social y económico. Es lo mínimo que podemos aportar.

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