Orbán dice que Hungría debe defender su forma de vida frente a los refugiados

El primer ministro húngaro, el conservador Viktor Orbán, afirmó hoy que su deber era proteger la cultura, forma de vida y las fronteras de Hungría y Europa frente a la oleada de refugiados que llegan al país centroeuropeo.

"Ustedes son los protectores de nuestra cultura, forma de vida y soberanía" aseguró Orbán en la plaza de los Héroes de Budapest, donde 860 policías prestaron juramento y serán movilizados en la frontera sureña del país, según recoge la agencia de noticias MTI.

Según el primer ministro, los húngaros no quieren que "el movimiento mundial de gente cambie el país" y añadió que los magiares quieren vivir "en orden, paz y seguridad".

Por otra parte pidió a los policías que sean humanos pero que hagan cumplir las leyes húngaras "sin compromiso".

Mañana entrarán en vigor unas leyes que establecen penas de cárcel de tres años por el simple cruce ilegal de la frontera, que pueden subir a cinco si se realiza armado o se daña la valla que Budapest construyó en su linde con Serbia para frenar a los refugiados.

"Hungría tiene derecho a defender a sus ciudadanos y su cultura y a determinar quien puede entrar en el país", añadió Orbán que al mismo tiempo opinó que las leyes que entrarán en vigor el martes "reforzarán las fronteras de Hungría".

Los refugiados, la mayoría de Siria, Irak y Afganistán, entran en Hungría por el paso fronterizo de Röszke, donde el Gobierno se apresura a cerrar el único hueco abierto aún en la alambrada erigida mientras eleva una segunda valla más alta que espera tener finalizada este mes.

Para poder cruzar antes del cierre, miles de refugiados han apretado el paso y algunos medios húngaros estiman que decenas de miles podrían entrar en el país en las próximas horas.

Casi todos quieren seguir rumbo a Austria y Alemania, y según han informado a Efe hoy fuentes de la agencia de refugiados de la ONU (ACNUR), desde anoche los refugiados que entran en el país son trasladados por las autoridades hacia la frontera con Austria.

Alemania ha modificado su política de puertas abiertas y ha restablecido los controles fronterizos, dejando en suspenso los acuerdos de Schengen que garantizan la libre circulación en territorio comunitario, mientras que Austria ha anunciado la movilización del Ejército.