El Gobierno de Kenia declara grupo criminal al 'movimiento de resistencia' opositor
El Gobierno de Kenia declaró hoy "organización criminal" al denominado Movimiento de Resistencia Nacional (NRM, siglas en inglés), creado por la principal coalición opositora para protestar contra el presidente, Uhuru Kenyatta, y su reelección, que consideran fraudulenta.
La breve nota fue firmada por el ministro de Interior, Fred Matiang'i, y publicada en el boletín oficial keniano horas después de que el líder de la principal coalición opositora, la Súper Alianza Nacional (NASA, siglas en inglés), Raila Odinga, se autoproclamase "presidente del pueblo".
El llamado Movimiento de Resistencia Nacional fue anunciado por la NASA junto a las "asambleas populares" el 31 de octubre de 2017 como medida para presionar al Gobierno, apenas cinco días después de que Kenyatta venciese en la repetición de las presidenciales -boicoteada por la oposición- con más del 98 % de los votos.
Entonces, Odinga aclaró que el Movimiento se encargaría de implementar un "enérgico programa de boicot económico" contra las empresas percibidas como aliadas de Kenyatta y su partido, así como de seguir organizando "manifestaciones pacíficas".
Su declaración como organización criminal es la primera respuesta del Ejecutivo a la autoproclamación de Odinga como "presidente del pueblo", que tuvo lugar hoy ante decenas de miles de seguidores de la oposición en el céntrico parque Uhuru de la capital, Nairobi.
Las amenazas de la Fiscalía de que podría incurrir en un delito de alta traición -penado con la muerte, aunque Kenia no la aplica efectivamente desde 1987- podrían haber hecho que optase por esta fórmula, aunque en su cuenta oficial de Twitter, Odinga cambió su descripción por la de "presidente de la República de Kenia".
Kenyatta regresó hoy a Kenia desde Etiopía, donde asistió a la cumbre de la Unión Africana (UA), aunque no se ha pronunciado al respecto.
La NASA impugnó con éxito el resultado de las elecciones de agosto de 2017 al asegurar que era un fraude y presentó unos resultados alternativos que daban la victoria a Odinga, pero boicoteó la repetición de las presidenciales, celebrada en octubre, por lo que Kenyatta arrasó y finalmente fue investido presidente.