Artistas cubanos aún esperan el diálogo a un año del plantón del 27N
El inédito plantón de más de 300 artistas para exigir libertad de expresión en noviembre de 2020 en La Habana abrió la puerta a una serie de protestas en un álgido año para los cubanos, luego que el diálogo prometido fuera solo una escenificación, consideran sus protagonistas.
Para el gobierno, la conversación con creadores sigue "viva" y sólo está negada a "quienes pretenden destruir el proyecto colectivo" de la Revolución cubana.
El plantón del 27 de noviembre de 2020 "abrió una nueva curva de tiempo, un nuevo momento donde la gente supo que podía salir a protestar, a pesar de que el diálogo que se inicio allí muy pronto fue traicionado" por el Ministerio de Cultura "que lo prometió", dijo a AFP Carolina Barrero, una historiadora de arte, que volvió a Cuba de Madrid unas semanas después y ha seguido de cerca este proceso.
La manifestación se precipitó horas después del desalojo el 26 de noviembre de un grupo de artistas del Movimiento San Isidro, que se habían acuartelado en una casa para exigir la liberación de un rapero.
Respondiendo a una convocatoria en redes sociales, jóvenes artistas se congregaron frente al Ministerio de Cultura. La concentración se prolongó hasta la madrugada con cantos, declamaciones y llamados pacíficos por libertad de expresión.
Después del desalojo de San Isidro, "había mucha indignación en toda la ciudadanía, no solo en la comunidad artística", recuerda Barrero.
Las autoridades del ministerio de Cultura recibieron a una delegación de los manifestantes y hubo reuniones con artistas afines al gobierno en meses siguientes.
- "Nunca fue real" -
Pero el "diálogo nunca fue real, siempre fue manipulado por la seguridad del Estado utilizando al ministerio de Cultura como intermediario", dice la curadora de arte cubana Solveig Font, desde Viena, Austria, donde el sábado inauguró la muestra "Obsessión" con obras de 14 compatriotas.
Solo fue un "arma" de las autoridades "para poder mantenernos más tranquilos", agrega Font, integrante de la comisión que entró aquella noche a hablar con el viceministro de Cultura, Fernando Rojas.
La posición oficial llegó en junio. "La libertad de expresión en la Revolución sigue teniendo como límite el derecho de la Revolución a existir", señaló el presidente Miguel Díaz-Canel, en el 60 aniversario de "Palabras a los intelectuales", el discurso con que Fidel Castro fijó en 1961 la política cultural de su joven revolución.
Dentro de la revolución socialista "sigue existiendo espacio para todo y para todos, excepto para quienes pretenden destruir el proyecto colectivo", precisó el mandatario.
El diálogo iniciado por Fidel Castro con intelectuales "está vivo, aunque en más de un momento en estos años lo hayamos descuidado, pospuesto, malentendido y puede que hasta maltratado", admitió Díaz-Canel.
La académica del St.Joseph's College de Nueva York, María Isabel Alfonso, estima que el 27N dejó "al descubierto no sólo que el gobierno no está listo para un diálogo frontal y sin atrincheramientos, sino que se sigue acudiendo a prácticas de un pasado gris".
Lamentó que las manifestaciones oficialistas para repudiar disidentes, que califica como "vergonzosas", hayan "vuelto a ocupar el centro de la realidad nacional".
- "Diálogo, no palos" -
Tras el 27 de noviembre hubo "varios momentos de inflexión", dice desde México la activista Anamely Ramos, que estuvo en San Isidro y considera que ese día inició "un camino de no retorno".
El artista de performance Luis Manuel Otero Alcántara y el rapero Maykel Osorbo, coautor del famoso tema "Patria y Vida", realizaron en abril una manifestación con vecinos de su barrio de San Isidro. Ambos ahora están encarcelados. Ese mes otros fueron detenidos tras una protesta en una plaza de la Habana Vieja.
En julio estallaron al grito de "Libertad" y "Tenemos hambre" históricas marchas en unas 50 ciudades de la isla, saldadas con un muerto, decenas de heridos y 1.172 detenidos, de los cuales 658 siguen presos, según la ONG Cubalex.
De la mano del dramaturgo Yunior García, ahora en España, surgió Archipiélago, un grupo de debate político en Facebook con 38.000 miembros dentro y fuera de Cuba, que pide la liberación de presos políticos.
La agrupación convocó a una manifestación el 15 de noviembre, prohibida por las autoridades y frustrada por una fuerte presencia policial en las calles y en las puertas de muchos activistas.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, urgió el sábado a la administración de Díaz-Canel "atender su llamado y permitir al pueblo cubano construir su propio futuro, libre de amenazas y represalias gubernamentales".
El gobierno cubano considera a los disidentes "mercenarios" al servicio de Washington.
Pero "más allá de la política de asedio de Estados Unidos a Cuba como factor que entorpece los procesos de diálogo y confianza" entre cubanos "nos debemos como nación diálogo, no palos", señala Alfonso.