'Injerencista y lesivo' apoyo de Congreso de EEUU a manifestantes, dice parlamento de Cuba
El parlamento de Cuba calificó de "injerencista y lesiva" contra su país la iniciativa aprobada por la Cámara de Representantes de Estados Unidos que apoya a los detenidos por las marchas antigubernamentales del 11 de julio y pide al gobierno de la isla no arrestar a manifestantes pacíficos.
La resolución aprobada por la Cámara Baja estadounidense el miércoles pasado tiene un contenido "injerencista y lesivo a nuestra soberanía" y "está encaminado a sustentar la guerra no convencional que su gobierno lleva a cabo contra nuestro país", dijo la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, en una declaración el sábado por la noche.
El pronunciamiento acusa a Estados Unidos de incrementar "acciones subversivas" con campañas en redes sociales "para tergiversar" la realidad cubana, "tratar de provocar desestabilización, aparentar ingobernabilidad, promover el caos e imponer un golpe suave que ponga fin a la Revolución Socialista".
La iniciativa de los congresistas estadounidenses pide a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (FAR), al Ministerio del Interior y a la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) "que no arresten ni detengan a manifestantes pacíficos".
Además, exhorta a las autoridades en La Habana a liberar "de inmediato a todos los presos políticos y detenidos arbitrariamente" que sigan bajo custodia tras las protestas.
La resolución de los legisladores estadounidenses se da en el contexto de la convocatoria lanzada por opositores para salir a marchar el 15 de noviembre en La Habana y seis provincias de la isla, con el propósito de pedir la liberación de presos políticos.
Los organizadores mantienen su intención de manifestarse pacíficamente, pese a que el gobierno prohibió esta protesta y les ha advertido de consecuencias penales.
Según el registro más reciente de la ONG de derechos humanos Cubalex, 612 personas siguen detenidas en Cuba de 1.175 que fueron arrestadas por las manifestaciones de julio al grito de "Libertad" y "Tenemos hambre", que dejaron además un muerto y decenas de heridos.
El gobierno cubano sostiene que se trata de una estrategia planeada y financiada por Estados Unidos para provocar un cambio de régimen en la isla.