Expresidenta Chinchilla ve ‘razones positivas’ detrás de esta etapa inestable en Latinoamérica

La expresidenta de Costa Rica Laura Chinchilla Miranda
La expresidenta de Costa Rica Laura Chinchilla Miranda / EFE
Efe
09 de abril 2018 - 07:03

La expresidenta de Costa Rica Laura Chinchilla ve "razones positivas", como el "destape" nunca visto antes de casos de corrupción, detrás de la actual inestabilidad en Latinoamérica y cree que los parlamentos de la región son el "semillero" de nuevos liderazgos de mujeres.

El momento de inflexión que vive la democracia en Latinoamérica "puede ser que sea un periodo cargado de inestabilidad, de incertidumbre, de mucha bulla, pero por razones positivas", explicó Chinchilla a Efe durante una entrevista realizada con motivo de su reciente nombramiento como vicepresidenta del Club de Madrid.

La primera y única mujer que ha sido presidenta de Costa Rica, cargo que ocupó de 2010 a 2014, anotó que existen "claroscuros" en este "momento de transición" en la región en el que "hay fuerzas del cambio, muchas de ellas viniendo desde la administración de justicia y desde una ciudadanía mucho más activa y protagónica".

"Parte de la incertidumbre está siendo generada por las consecuencias de la corrupción y la actuación de jueces y fiscales, parlamentos que abren impeachment (proceso de destitución) o presidentes que se destituyen", argumentó Chinchilla.

Si "las razones" que han llevado a Latinoamérica a la inestabilidad actual "son más bien positivas, lo que hay que hacer es no tener temor y seguir avanzando", agregó.

Para la expresidenta entre esas razones figura un "destape" de la corrupción en la región en los últimos cinco años "que nunca antes se había visto".

"Por primera vez estamos viendo la cara de los corruptos", según Chinchilla, que considera que eso es resultado de que "hay una justicia que está haciendo su trabajo, hay medios de comunicación y periodistas que también han hecho su trabajo, y una sociedad civil también más exigente para que no haya impunidad".

Ese "trasfondo" de la corrupción explica el escenario "muy complejo" que vive hoy Brasil y a la exmandataria le preocupa que se pretenda tanto desde la izquierda como desde la derecha "dar intencionalidad política" a las decisiones de jueces y fiscales.

"Angustia mucho ver la inestabilidad de situaciones que se están generando" en países como Brasil, Guatemala, Perú o Argentina, "pero el costo de no tenerlas podría ser entonces pactar una vez más en favor de la impunidad", reflexionó.

La pregunta es "si queremos regresar a un pasado donde los escándalos se tapaban (...) o si lo que queremos es cortar de raíz estos temas con los costos políticos que supone destapar los casos y que la justicia haga su trabajo", añadió Chinchilla.

Otro punto de inflexión para la región, a su juicio, ha sido el cierre de un ciclo de mujeres presidentas hace un mes con el final del mandato de la chilena Michelle Bachelet, la última que quedaba.

"Si bien es cierto que el poder se quedó sin caras femeninas en cuanto a posiciones en el Ejecutivo, por otro lado estamos observando un fortalecimiento de la presencia de mujeres en los congresos", indicó Chinchilla.

Casi todos los países latinoamericanos cuentan ya con un sistema de cuotas de género en sus parlamentos, "el semillero desde donde van a germinar nuevos liderazgos de mujeres en la política", de acuerdo con la expresidenta.

"Estas mujeres van para arriba, algunas son muy jóvenes (...), estoy convencida de que van a crecer esos liderazgos", subrayó.

El fortalecimiento del liderazgo de la mujer y el cumplimiento de la paridad de género son, precisamente, temas que centran la actividad de Chinchilla en el Club de Madrid, un foro de exmandatarios que busca promover la democracia y el desarrollo.

El Club de Madrid se fundó en el año 2001 y actualmente tiene entre sus miembros a más de un centenar de ex jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo que persiguen, entre otras cosas y en palabras de Chinchilla, que "las democracias no huyan de respuestas democráticas" en momentos de crisis.

Por otro lado, la expresidenta costarricense encabezará la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA) que observará las elecciones generales del 22 de abril en Paraguay.

Chinchilla confía en que esas elecciones no sean un "proceso traumático" como anteriores votaciones en Paraguay, ya que se ha avanzado "con gran normalidad" en la organización y con tendencias positivas, por ejemplo, "en el tema del voto en el exterior".

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