Hernández dice que los resultados que le dieron el triunfo no deben servir para la división

El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, declarado el domingo nuevo gobernante electo por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), dijo hoy que "esos resultados no deben ser usados para proclamar división".

"Los resultados electorales tampoco deben ser utilizados para instigar odio ni destrucción. Los recientes resultados electorales nos deben mover a todos los hondureños a una profunda reflexión, debemos usarlos para que cada uno de nosotros haga un examen de conciencia y su propio acto de contrición", subrayó.

En cadena de radio y televisión, Hernández señaló que para él es claro "que las pasadas elecciones revelan una recomposición del terreno político y la necesidad de construir, con el concurso de los hijos de esta tierra bendita, un consenso nacional que nos permita trabajar en un nuevo país".

"Compatriotas, en el pueblo reside la soberanía popular, el pueblo hondureño ha hablado, el pueblo ejerció su derecho a elegir de manera libre y secreta a sus gobernantes. A quienes participamos en la pasada contienda electoral solamente nos queda acatar la voluntad popular expresada libremente", inició diciendo Hernández.

Añadió que "la aceptación de la voluntad de cerca de 3,5 millones de hondureños traerá paz, concordia y progreso" y que "como ciudadano y presidente electo de todos los hondureños" acepta "con humildad la voluntad del pueblo hondureño".

Señaló que no es momento para triunfalismos y celebración, pero sí para "agradecer" a todos los que confiaron en él y lo "apoyaron decididamente a pesar de la intimidación que ejerció el crimen organizado, las maras (pandillas) y otro tipo de delincuencia".

"Aún a pesar de los riesgos personales y familiares, a pesar del arduo esfuerzo que se requirió durante muchos meses del proceso electoral, sé que han hecho muchos sacrificios y han arriesgado hasta su integridad personal, su vida, por defender la democracia y el derecho de elegir y ser electos", enfatizó.

Agradeció a sus correligionarios del gobernante Partido Nacional y miembros de otros partidos, y les prometió no defraudarlos, honrar su esperanza con mucho trabajo, dedicación y determinación "para construir una nueva Honduras".

"Mis pensamientos como presidente electo van también para todos aquellos que no votaron por mí, para todos aquellos que eligieron otras opciones electorales, para quienes han hecho oposición cívica", dijo Hernández, mientras en su país continuaban las manifestaciones violentas por el "fraude" que alega la oposición.

El candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla, no reconoce los resultados de los comicios porque asegura que desde el mismo TSE fue "fraguado el fraude" contra él.

"A quienes han protestado con violencia en las calles, el llamado es para que hagan uso del legítimo derecho a la manifestación pacífica, respetando la integridad física y los bienes de nuestros hermanos hondureños", indicó el presidente.

En su opinión, "ninguna protesta justifica poner en peligro la vida de otros hermanos hondureños, tampoco puede ser expresión legítima de protesta el vandalismo, el pillaje, la destrucción de la propiedad pública y privada".

"En una democracia los ciudadanos estamos sometidos al imperio de la ley, el respeto a la autoridad, a las exigencias de la sana convivencia social", recalcó.

Añadió que para él las elecciones revelan una recomposición del terreno político y la necesidad de construir, con el concurso de todos los hondureños "un consenso nacional que nos permita trabajar en un nuevo país".

Además, se ofreció para "escuchar con atención a los demás y acordar en un gran diálogo, el acuerdo nacional que consolide la paz y la seguridad de todos los habitantes de la República, que fortalezca la ruta de la estabilidad y el crecimiento económico y propicie profundas reformas sociales e institucionales".