Violencia y lluvia ponen tono gris a Nicaragua en la crisis sociopolítica
Denuncias de violencia y una lluvia persistente pusieron este lunes el tono gris en Nicaragua, en medio de la crisis sociopolítica que ha dejado al menos 76 muertos.
Distintos sectores de la población han recurrido a las redes sociales para denunciar situaciones de violencia, debido a que la Policía Nacional está dedicada a "los actos de represión", según los manifestantes "autoconvocados".
En la ciudad de Ocotal un grupo de jóvenes del barrio Sandino anunciaron que se defenderán de las "turbas" oficialistas y advirtieron a personas ajenas al mismo que podrían verse envueltas en actos de violencia si se encuentran en el momento equivocado.
El anuncio fue emitido luego de que la noche del jueves grupos "parapoliciales" atacaron el barrio e incendiaron al menos dos motocicletas.
En la paradisíaca Isla de Ometepe, en el Gran Lago de Nicaragua, los autoconvocados asumieron la responsabilidad del incendio de la sede local del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), ocurrida anoche, luego de que fueron amenazados por miembros del partido en el poder.
En la carretera Panamericana Norte un automóvil resultó con daños parciales al explotar un bulto con morteros de pólvora artesanales.
Los autoconvocados anunciaron manifestaciones en las ciudades de Managua, Ticuantepe y Tipitapa, para presionar por la libertad de los jóvenes afrodescendientes Brandon Lovo y Glen Slate, acusados de matar a un periodista en una manifestación, pese a los vídeos que muestran que la persona que disparó tiene una contextura diferente a la de ellos, quienes no se encontraban en la escena del crimen.
La violencia en Nicaragua ha cobrado al menos 76 muertes y dejó 868 heridos, en su mayoría jóvenes estudiantes que recibieron disparos certeros en la cabeza, cuello y torso, como producto de la "fuerza excesiva" utilizada por el Gobierno de Daniel Ortega, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
La crisis inició el 18 de abril pasado, con protestas a favor y en contra de Ortega por medidas de seguridad social, que a pesar de su derogación, continuaron luego de la llamada "masacre estudiantil", que se extendió al 22 de abril, cuando decenas de estudiantes que protestaban contra el Gobierno murieron al recibir disparos de la Policía Nacional y de "fuerzas parapoliciales", según la CIDH.