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La violencia racial de Charlottesville ha reavivado el debate sobre la simbología confederada.
Un conductor arrolló a una multitud de personas que participaban en una manifestación supremacista en Charlottesville, Estados Unidos.
Los abogados de Nexus Caridades Attorneys aseguraron en una rueda de prensa en el Emancipation Park de Charlottesville, escenario de los disturbios del pasado 12 de agosto, que Robert Sánchez Turner fue golpeado por los supremacistas blancos mientras los agentes de policía no hicieron nada para impedirlo.
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La demanda se presentó contra la ciudad, el jefe de policía de Charlottesville, Al Thomas, y el superintendente de la policía estatal de Virginia, W. Steven Flaherty.
El texto, al que ha tenido acceso Efe, subraya que Turner "fue agredido con gas pimienta en los ojos y se le lanzó orina a apenas 10 pies de los agentes de policía, sin que hicieran absolutamente nada para detenerlo".
Los disturbios se produjeron después de que un grupo supremacista blanco convocó una marcha denominada "Unite the Right" (Unir a la derecha) para protestar contra la retirada de una estatua del general confederado Robert E. Lee, considerado un símbolo de la defensa de esclavitud y el racismo, en el centro de la ciudad.
Imagen de una estatua del general confederado Robert E. Lee, el centro de la marcha en Charlottesville, Virginia.
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Los manifestantes fueron confrontados por protestantes antifascistas y hubo enfrentamientos violentos, sin que la Policía pudiese contenerlos.
Posteriormente, uno de los supremacistas blancos atropelló a un grupo de opositores a la marcha y como consecuencia una mujer de 32 años falleció y más de 20 personas resultaron heridas.
Las autoridades locales han rechazado estas críticas y han señalado que se vieron sobrepasadas ante la magnitud mayor de lo esperado de la manifestación.
La violencia racial de Charlottesville ha reavivado el debate sobre la simbología confederada, a lo que se ha sumado el propio presidente de EEUU, Donald Trump, quien criticó la retirada de estatuas.
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Las autoridades de la ciudad decidieron, tras los disturbios, cubrir la estatua del general Lee con una gran lona de plástico negra.