El embarazo que se convirtió en el símbolo de las relaciones entre Cuba y EEUU
El gobierno de Estados Unidos "facilitó" la operación que permitió la inseminación artificial de la esposa del exdetenido cubano Gerardo Hernández, liberado el miércoles de una cárcel estadounidense, confirmó el martes a la AFP un vocero del Departamento de Justicia.
"Podemos confirmar que Estados Unidos facilitó un pedido de la señora Hernández para tener un bebé con su marido", dijo a la AFP Patrick Rodenbush en relación al embarazo que se convirtió en el símbolo del nuevo capítulo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Los dos países anunciaron el miércoles el fin de más de medio siglo de enfrentamientos para iniciar un proceso de normalización de relaciones bilaterales, pero nadie esperaba que uno de los primeros resultados tangibles de la aproximación sigilosa sea un bebé, que deberá nacer ya en las próximas dos semanas.
Hernández fue arrestado en Estados Unidos en 1998 bajo el cargo de espionaje y condenado a dos cadenas perpetuas más 15 años.
El cubano era parte de un grupo de cinco agentes condenados por los mismos delitos y que se tornaron objeto de una campaña internacional por su liberación. Dos de ellos recibieron su libertad en 2013 y 2014.
Hernández y los otros dos cubanos que restaban detenidos fueron liberados y enviados a Cuba en pasado miércoles, como parte de un intercambio de detenidos entre los dos países, el preámbulo para el anuncio sobre el inicio del proceso de normalización de relaciones.
Sin embargo, al llegar a La Habana, el matrimonio Hernández sorprendió al mundo cuando su esposa, Adriana Pérez Hernández, apareció con un vestido azul que no dejaba dudas sobre su avanzado estado de embarazo.
De acuerdo con Rodenbush, el senador estadounidense del Partido Demócrata Patrick Leahy fue el intermediario del pedido presentado por la esposa de Hernández.
En una declaración, Leahy reconfirmó la historia este martes y narró que su propia esposa, Marcelle, una enfermera de profesión, fue quien acompañó el pedido.
"En febrero de 2013, durante uno de mis viajes a Cuba, mi esposa Marcelle y yo recibimos a la señora Adriana Pérez Hernández. Ella le hizo un pedido personal a Marcelle. Tenía miedo de no poder tener un hijo. Como padres y abuelos, quisimos ayudarla. Como enfermera, Marcelle sabía la realidad médica que estaba enfrentando", declaró Leahy.
Para el legislador estadounidense, "fue la cosa más humana que podíamos hacer, y lo haríamos por cualquier otra persona. Estamos contentos de que haya funcionado".
En Cuba, donde la cuestión es tratada con comprensible discreción, el propio Hernández dijo que el embarazo fue hecho "por control remoto", y adelantó que en las próximas dos semanas nacerá "una niña que se va a llamar Gema".
"La emoción es muy grande y todo el mundo está preguntando, nosotros nos divertimos mucho con todos los comentarios y las especulaciones, la realidad es que en silencio ha tenido que ser, esta parte también", comentó Hernández el sábado a la televisión cubana, en una rara referencia a la cuestión.
De acuerdo con un integrante del equipo del senador Leahy, Pérez Hernández apenas pudo visitar a su marido en la cárcel una única vez en 16 años.
La misma fuente añadió a la AFP que el proceso de inseminación artificial de la esposa del exdetenido cubano requirió dos tentativas, y que todo el procedimiento fue pagado por el estado cubano.