Macron en la encrucijada en Francia: nuevo gobierno, elecciones o dimisión
Cada vez más voces abogan por la dimisión de Macron antes del final de su mandato en 2027 para resolver la crisis política, en un contexto donde el sistema francés está muy centrado en la figura del presidente.
Francia/El presidente Emmanuel Macron se dio de plazo hasta el miércoles por la noche para decidir qué paso dar para intentar salir de la profunda crisis política que sacude Francia desde 2024. Pero, ¿Cuáles son sus opciones?
¿Un nuevo gobierno?
El lunes, el primer ministro Sébastien Lecornu presentó su dimisión, horas después de nombrar a su gabinete. Este hombre de confianza de Macron era su tercer jefe de gobierno en un año.
Pese a aceptar su dimisión, el presidente le dio 48 horas para negociar con los partidos y ver si se puede construir una coalición que garantice cierta estabilidad.
Puede leer: Milei presenta su libro cantando rock en medio de crisis política
Desde septiembre de 2024, el gobierno lo conforman la alianza centrista de Macron y el partido conservador Los Republicanos (LR), pero sin mayoría en la Asamblea Nacional.
El líder de LR y ministro del Interior, Bruno Retailleau, aseguró estar dispuesto a participar con condiciones en un nuevo gobierno, después de que sus críticas a la composición del anterior provocaran su dimisión.
Lecornu propuso este martes que la actual coalición se concentre en dos puntos: un presupuesto para 2026 —el principal reto ante el elevado nivel de deuda pública (115,6% del PIB)— y el futuro de la región de Nueva Caledonia.
Las oposiciones socialista y ecologista reclaman en cambio el nombramiento de un primer ministro de izquierda, ya que este bloque ganó los comicios de 2024, aunque sin mayoría. Macron lo ha rechazado hasta ahora.
Lecornu debe presentar al presidente la conclusión de sus contactos el miércoles por la noche. Si fracasa, Macron aseguró que asumirá “sus responsabilidades”.
¿Elecciones legislativas?
La opción más probable en ese escenario es la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas, unos 15 meses después del último adelanto electoral que provocó la actual crisis política en Francia.
El 9 de junio de 2024, Macron adelantó inesperadamente las legislativas de 2027 para pedir una “aclaración política” tras la victoria de la extrema derecha en los comicios al Parlamento Europeo.
Esas elecciones, celebradas pocas semanas después, dejaron una Asamblea Nacional sin mayorías estables y dividida en tres bloques: izquierda, centroderecha y ultraderecha.
Es incierto si nuevas elecciones producirían un resultado diferente al de julio pasado”, aseguró Celia Belin, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR).
A la espera de posibles alianzas entre partidos, los sondeos sitúan en cabeza a la extrema derecha con un 30% de intención de voto, seguida de la izquierda (25%) y el oficialismo (16%).
La líder ultraderechista Marine Le Pen advirtió que este adelanto electoral es la “única opción”, pese a que una condena judicial le impide postularse. Su delfín Jordan Bardella expresó su disposición a competir.
¿Dimitir?
Cada vez más voces abogan por la dimisión de Macron antes del final de su mandato en 2027 para resolver la crisis política, en un contexto donde el sistema francés está muy centrado en la figura del presidente.
Frente al “desmoronamiento del Estado”, “la salida de la crisis reposa sobre Macron”, aseguró este martes su ex primer ministro Édouard Philippe, quien advierte que la situación “no puede durar hasta la próxima elección presidencial”.
El líder del partido Horizontes propone que el mandatario nombre un primer ministro temporal para aprobar los presupuestos de 2026 y luego convoque una presidencial anticipada.
Philippe es el primer alto cargo del bloque oficialista en pedir la salida del presidente. Un 70% de los franceses también reclama su renuncia, según un sondeo de Odoxa-Backbone publicado el lunes.
Macron ha rechazado siempre la idea de dimitir, y la otra vía para apartarlo —una moción de destitución en el Parlamento, como propone el líder de izquierda radical Jean-Luc Mélenchon— tiene pocos visos de prosperar.
Mientras tanto, el malestar crece dentro de su propio partido Renacimiento. Su líder, el ex primer ministro Gabriel Attal, reconoció que “ya no entiende las decisiones del presidente”, aunque descartó pedir su renuncia.