EEUU y China intentan aflojar tensiones en Hawái

Mike Pompeo, secretario de Estado estadounidense
Mike Pompeo, secretario de Estado estadounidense / AFP
Afp
17 de junio 2020 - 16:41

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, un vociferante crítico de China, mantiene este miércoles en Hawái una reunión a puerta cerrada con un alto funcionario de Pekín con la intención de aliviar las crecientes tensiones bilaterales.

Se trata del primer encuentro de alto nivel entre las dos potencias desde la pandemia de coronavirus, cuya responsabilidad el presidente Donald Trump ha intentado atribuir a China, convertida cada vez más en su blanco preferido de cara a las elecciones estadounidenses de noviembre.

Pompeo se reúne en Honolulu con Yang Jiechi, un veterano funcionario del Partido Comunista que, según los informes, solicitó la realización de la cita en medio del duro conflicto entre Washington y Pekín.

Las dos naciones han mantenido las conversaciones en secreto, sin anuncios formales, y la presencia de medios de comunicación no ha sido permitida.

Susan Thornton, una diplomática de carrera que se desempeñó anteriormente como la principal funcionaria del Departamento de Estado en Asia Oriental en la administración Trump, dijo que los líderes estadounidenses y chinos pueden "salvar vidas conjuntamente y salvar las economías" de ambos países.

"Espero que esta reunión reduzca las tensiones, y sospecho que es por eso que los chinos la propusieron, pero soy escéptica en cuanto a que vaya a dar resultado", dijo Thornton, que ahora es docente en la Facultad de Derecho de la Universidad de Yale.

"Me parece que hablar de la rivalidad entre Estados Unidos y China en este contexto (de la pandemia de covid-19) está fuera de contacto con la realidad que enfrentan las personas", señaló.

¿"Polemista" al rescate?

Pompeo, un aliado incondicional de Trump al que se le atribuyen aspiraciones presidenciales propias, ha estado a la cabeza de las denuncias contra China, a la que acusa de ser "verdaderamente hostil" con Estados Unidos y de "imponerse implacablemente el comunismo".

El excongresista conservador ha tomado la delantera en la promoción de una teoría, desmentida por los principales científicos, de que el nuevo coronavirus salió de un laboratorio chino.

Michael Swaine, un destacado académico estadounidense especializado en China, dijo que Pompeo es "la peor persona" para disminuir las tensiones.

"Ha demostrado que no entiende nada de China, y es principalmente un polemista", escribió en Twitter Swaine, investigador principal del Carnegie Endowment for International Peace.

"Hacer declaraciones ideológicas como si constituyeran diplomacia o algún tipo de estrategia es simplemente vergonzoso para Estados Unidos", sostuvo.

Pero era difícil para Pompeo rechazar una solicitud de Yang, que está dejando de lado el protocolo con la voluntad de reunirse en territorio estadounidense fuera de Washington.

Especialmente activo desde hace tiempo en las relaciones de su país con Estados Unidos, Yang se reunió en agosto con Pompeo en Nueva York.

Las tensiones entre las dos potencias económicas más grandes del mundo ya estaban en un punto alto antes de la pandemia, desde que Trump impuso aranceles sobre miles de millones de dólares de productos chinos.

Desde entonces, las dos naciones han estado en desacuerdo sobre Hong Kong, y Pompeo ha declarado que la excolonia británica ya no es autónoma a ojos de Estados Unidos puesto que Pekín está impulsando una dura ley de seguridad que podría criminalizar a la disidencia.

Poco antes de que comenzara el encuentro, Pompeo y sus homólogos del G7 publicaron un comunicado conjunto sobre Hong Kong.

Los ministros de Exteriores de ese grupo -formado por Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Japón- mostraron su "grave preocupación" por la intención de China de aplicar una ley de seguridad en Hong Kong.

"Instamos fuertemente al gobierno de China a reconsiderar su decisión", dice el comunicado del G7.

Sanciones por la detención de minorías

Trump promulgó además este miércoles una ley para sancionar a funcionarios chinos por la detención de más de un millón de uigures y otros musulmanes turcos en el país asiático.

"Esta ley apunta a los autores de las violaciones de los derechos humanos y abusos como el recurso sistemático a campos de adoctrinamiento, a trabajos forzosos y a una vigilancia intrusiva para erradicar la identidad étnica y las creencias religiosas de los uigures y otras minorías en China", declaró el presidente en un comunicado.

Activistas pro derechos humanos dicen que China está sometiendo por la fuerza a las minorías en el marco de una campaña de lavado de cerebro con pocos precedentes modernos.

Pekín responde que los miembros de las minorías son llevados a centros de educación vocacional que ofrecen una alternativa al extremismo islámico.

China ha respondido a las críticas destacando a su vez los abusos cometidos por la policía estadounidense, un tema que ha desencadenado protestas mundiales después de que un oficial blanco matara en Minneapolis a George Floyd, un afroestadounidense desarmado que fue visto en un video rogando por su vida.

Si Pekín y Washington lograran avances en Hawái ello se vería reflejado de inmediato en el plano diplomático.

Pompeo hablará el viernes en un foro danés, en el que según el Departamento de Estado se referirá a las "amenazas a la democracia en todo el mundo".

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